Donald Trump ha invocado el espectro de la influencia china para justificar sus ambiciones expansionistas para el Canal de Panamá. Pero China ya ha dejado su huella en la famosa vía fluvial, pero no en la forma que Trump afirma.
Trump, que volverá a asumir el cargo de presidente de Estados Unidos el lunes, amenazó el mes pasado con retomar la vía fluvial vital conectando los océanos Atlántico y Pacífico. Dijo que el canal estaba siendo operado por soldados chinos, afirmación del presidente panameño. José Raúl Mulino ha negado.
Sin embargo, ha habido mucho dinero chino fluyendo hacia Panamá en los últimos años. En 2017, se convirtió en el primer país latinoamericano en sumarse al Iniciativa de la Franja y la Rutala estrategia de China para construir vínculos comerciales y de infraestructura globales.
La presencia china en Panamá se remonta aún más atrás, a la década de 1850, cuando llegaron trabajadores de China para construir el Ferrocarril de Panamá y más tarde el canal. Durante más de seis décadas, derramaron sudor y sangre –y miles pagaron con sus vidas– para construir los proyectos, el último de los cuales estuvo bajo control exclusivo de Estados Unidos hasta finales de los años 1970.
De costa a costa
La fiebre del oro de California, que comenzó en 1848, generó la necesidad de transporte entre las costas este y oeste de Estados Unidos.