CASOS DE ABUSO CLÉRICO
Aunque Timor Oriental es devotamente católico, también es uno de los países más pobres del mundo, muy dependiente de los ingresos del petróleo y el gas que, según los expertos, podrían agotarse en unos años.
A pesar de ello, el gobierno está extendiendo la alfombra roja a Francisco.
Se han destinado 12 millones de dólares para la visita, incluido un millón sólo para el altar de la misa, que el domingo estaba junto a un gran crucifijo.
Dado que aproximadamente el 42 por ciento de la población de Timor Oriental vive por debajo del umbral de pobreza, es probable que Francisco aborde cuestiones económicas y sociales.
Otros están aprovechando su visita para ganar dinero rápido.
El profesor Silverio Tilman, de 58 años, instaló un puesto callejero en Dili vendiendo productos del Papa, recaudando 600 dólares en dos días, más del doble del salario mensual promedio.
Entre sus problemas, Timor Oriental sufre presunta corrupción gubernamental, grave violencia de género, abuso doméstico de personas con discapacidad y trabajo infantil.
Pero el tema más delicado que enfrenta el pontífice son los controvertidos casos de abuso infantil vinculados al clero.
Entre ellos se encuentra un obispo ganador del Premio Nobel a quien el Vaticano castigó en secreto por acusaciones de haber abusado sexualmente de niños pequeños durante décadas.
Los grupos de defensa de los derechos humanos han pedido que Francisco se pronuncie sobre el tema. Podría mencionarlo en un discurso o reunirse con las víctimas en privado, como ya ha hecho en varios viajes.
Pero su agenda oficial por el momento no incluye ningún evento con víctimas.