Primoz Roglic comparte con Roberto Heras el récord de victorias tras su cuarta victoria final en la Vuelta a España. Sin embargo, el esloveno no se plantea como objetivo alcanzar la quinta victoria, según opina su entrenador Marc Lamberts.
“Tiene otros dos objetivos en la cabeza”, explica el belga. “El primero de ellos es intentar ganar el Tour, por supuesto. Aunque empieza a darse cuenta de que probablemente no lo conseguirá nunca, eso no significa que no quiera seguir luchando por ello durante los próximos dos años”.
Roglic estuvo muy cerca de ganar el Tour en 2020, pero perdió el maillot amarillo ante su compatriota Tadej Pogacar en el penúltimo día. Desde entonces, nunca más terminó el Tour de Francia. En sus participaciones en 2021, 2022 y 2024, una caída siempre le puso trabas.
¿Y el segundo objetivo? “Ganar el Tour de Suiza”, afirma Lamberts. “Entonces Primoz habrá tachado todas las carreras importantes de una semana a nivel WorldTour. Creo que definitivamente querrá trabajar en eso la próxima temporada, aunque recientemente me dijo que también quiere correr las tres Grandes Vueltas en una temporada y el Tour de Suiza no encaja con eso…”
“Pero incluso si esos dos o tres objetivos restantes no funcionan, ya puede decir que ha tenido una carrera fenomenal, sobre todo sabiendo que es un jugador que ha madurado tarde y que también ha tenido mucha mala suerte”.
Lamberts también habló extensamente de la pasada Vuelta. Se mostró muy impresionado por la potencia que mostró su corredor.
“Esta Vuelta es una de sus mejores actuaciones, si no la mejor”, asegura.
Y eso después de una preparación difícil. Roglic se rompió una vértebra en una caída durante el Tour de Francia.
“Después de que se rindiera, se mantuvo alejado de la bicicleta durante una semana y fue al centro Red Bull Performance en Salzburgo para tres días de rehabilitación, donde lo trataron intensivamente. Entonces pensamos en dar por finalizada su temporada, pero los traumatólogos y los médicos nos dieron el visto bueno para que pudiera montar, pero con dolor”.
“Luego nos fuimos corriendo a Tignes para hacer tres semanas de entrenamiento en altura, pero en la primera no hubo intensidad, debido a la tracción en esa apófisis transversa. Solo en la segunda y tercera semana de entrenamiento en altura pudo completar el entrenamiento de intervalos de alta intensidad. En total, pudimos completar tres semanas de 28 a 30 horas durante ese entrenamiento en altura, pero siempre con dolor. Ese dolor tampoco desapareció durante la Vuelta, pero se hizo soportable para poder competir”.