Mientras más de mil empresas tecnológicas chinas se preparan para exhibir sus últimos productos en el Consumer Electronics Show de Las Vegas, la principal exposición tecnológica del mundo, muchos empleados informan que se les han negado visas estadounidenses a pesar de tener invitaciones para asistir.
Los analistas dijeron que tales denegaciones de visas CES no tenían precedentes y señalaban un mayor deterioro en las relaciones bilaterales.
Celebrado por primera vez en 1967, CES es una plataforma global para la industria tecnológica y un centro de negocio a negocio que sienta las bases para el próximo año en materia de comercio e innovación. El próximo espectáculo tendrá lugar del 7 al 10 de enero, días antes de que el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, asuma el cargo el 20 de enero.
Alrededor de 4.000 expositores de todo el mundo se han registrado para asistir, y se estima que más del 30 por ciento son de China.
Los rechazos de visas se producen mientras aumentan las tensiones entre Estados Unidos y China, con Trump prometiendo imponer un arancel del 10 por ciento a todas las importaciones chinas y prometiendo proteger a los fabricantes estadounidenses imponiendo restricciones más estrictas al acceso de las empresas chinas al mercado estadounidense.
«Hay tanta decepción», dijo una comercializadora de tecnología de 28 años en Beijing, que solicitó el anonimato porque planea volver a presentar su solicitud en otro consulado de Estados Unidos en China.