El primer ministro canadiense, Justin Trudeau, reorganizó el viernes su gabinete y cambió a un tercio de su equipo, mientras la agitación política amenaza su liderazgo y estallan tensiones con el presidente entrante de Estados Unidos, Donald Trump.
La medida se produce poco después de que un aliado clave de Trudeau anunciara que votaría para derrocar al primer ministro.
Jagmeet Singh, líder del Nuevo Partido Demócrata, afirmó en un comunicado que su partido «presentará una clara moción de desconfianza en la próxima sesión de la Cámara de los Comunes». Si todos los partidos de la oposición votan en contra del gobierno de Trudeau, este tendrá que dimitir, lo que provocará elecciones.
El Partido Liberal de Trudeau no tiene mayoría en la Cámara y ha dependido de los votos del NDP para aprobar leyes y mantener al gobierno en funcionamiento. Singh y Trudeau tuvieron un acuerdo formal al respecto hasta septiembre, cuando el líder del NDP se retiró del acuerdo.
Los acontecimientos del viernes se producen al final de una semana caótica en Ottawa impulsada por la sorpresiva renuncia de la viceprimera ministra Chrystia Freeland tras un desacuerdo con su jefe sobre las amenazas de Trump de imponer amplios aranceles a las importaciones canadienses.
Su salida, después de casi una década al lado de Trudeau, marcó el primer desacuerdo abierto contra el primer ministro dentro de su gabinete y ha envalentonado a sus críticos.