Se enojó porque pensó que no estaban comprando lo suficiente.
Luego, el conductor supuestamente rechazó la petición de una visitante de ir a buscar su medicamento para la presión arterial al autobús después del almuerzo, diciendo: «Nada para los chinos que no gastan dinero».
También cerró la puerta del autobús antes de que ningún pasajero estuviera completamente a bordo.
El grupo exigió una disculpa del conductor, pero éste se negó y les ordenó que bajaran del autobús, dejándolos varados en la acera a lo largo de la concurrida Race Course Road de la ciudad-estado.
La turista que publicó el video dijo que sabía que la agencia de viajes podría vender productos, pero no esperaba una venta forzada.
Dijo que el conductor los insultó verbalmente y cuando quisieron llamar a la policía fueron amenazados por el guía turístico.
El grupo había reservado su viaje a Singapur, Malasia y Tailandia con una empresa china, pero cuando llegaron se dieron cuenta de que la reserva había sido transferida a una agencia local y se esperaba que compartieran el autobús con otro grupo.
Después de que los dejaron parados al costado del camino, el restaurante donde acababan de almorzar los invitó a volver a entrar y les ofrecieron bebidas y helados de cortesía.
Un miembro del personal dijo que luego llegó otro autobús y los recogió.
Un conductor que afirmó ser colega de la persona del vídeo confirmó a Shin Min Daily que vendieron algunos productos “pequeños y asequibles” a los turistas.
Pidió el anonimato y pidió comprensión porque los conductores a menudo tenían que llevar equipaje pesado y rara vez recibían propinas.
“El conductor del autobús puede vender productos a los turistas, pero no debe obligarlos a comprar”, dijo un observador online de Singapur en Facebook.
“El comportamiento de este conductor no debería permitirse en un país donde el turismo es una industria importante”, dijo otro.
La agencia de viajes de Singapur se negó a hacer comentarios sobre el incidente o decir si el conductor del autobús sería disciplinado.
Según se informa, el grupo de turistas presentó una queja ante la Embajada de China en Singapur.
En China es habitual recibir informes de comportamientos inapropiados y abusivos por parte de guías turísticos y conductores de autobús que intentan obligar a los visitantes a realizar compras.
El mes pasado, un guía turístico del norte de China fue multado con 30.000 yuanes (4.200 dólares estadounidenses) tras gritarle a un grupo de turistas: “Gasta dinero y serás dios, no gastes y serás una mierda”.
También en julio, una guía turística del suroeste de China pidió a los visitantes que se bajaran del autobús si no tenían intención de gastar dinero. Posteriormente fue descalificada y perdió su licencia.