Turquía anunció el domingo un plan de desarrollo regional de 14.000 millones de dólares cuyo objetivo es reducir la brecha económica entre su región sureste, principalmente kurda, y el resto del país.
El anuncio se produce en medio de mayores esperanzas de poner fin a una insurgencia de décadas librada por el proscrito Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) en el sureste de Turquía, así como el advenimiento de un nuevo liderazgo en la vecina Siria con vínculos cordiales con Ankara.
Las provincias del este y sureste de Turquía llevan mucho tiempo rezagadas con respecto a otras regiones del país en la mayoría de los indicadores económicos, incluido el producto interno bruto (PIB) per cápita, en parte como resultado de la insurgencia.
El ministro de Industria turco, Fatih Kacir, dijo a los periodistas en la ciudad sudoriental de Sanliurfa que el gobierno gastaría un total de 496.200 millones de liras (14.150 millones de dólares) en 198 proyectos en toda la región en el período hasta 2028.
“Con la implementación de los proyectos, prevemos 49.000 liras adicionales.[US$1,400] aumento del ingreso anual per cápita en la región”, añadió.
Según datos de 2023, la renta per cápita de Sanliurfa se situó en 4.971 dólares estadounidenses, muy por debajo de la media nacional de 13.243 dólares estadounidenses.