Imágenes desgarradoras muestran a una orca cautiva que yace casi inmóvil mientras mira fijamente la puerta de su recinto durante 24 horas seguidas en Argentina.
Kshamenk, una orca de 35 años, se encuentra retenida en una pequeña piscina en Mundo Marino, el acuario más grande de Argentina.
Los visitantes sorprendidos han acusado al parque de mantener a la orca en condiciones de hacinamiento, con movimientos restringidos y en total aislamiento de su propia especie.
Un lapso de tiempo de 24 horas filmado por el grupo de campaña UrgentSeas el 12 de agosto muestra a Kshamenk languideciendo inmóvil con su cara apuntando directamente hacia la puerta del recinto como si pidiera que lo dejaran salir.
Kshamenk, anteriormente descrita como «la orca más solitaria del mundo», fue traída por primera vez a Mundo Marino en 1992 después de ser capturada en la bahía de Samborombón, en la costa de Buenos Aires.
Kshamenk, una orca de 35 años, se encuentra retenida en una pequeña piscina en Mundo Marino, el acuario más grande de Argentina.
Un lapso de tiempo de 24 horas filmado el 12 de agosto muestra a Kshamenk languideciendo inmóvil con su rostro apuntando directamente hacia la puerta del recinto como si estuviera pidiendo que lo dejen salir.
Kshamenk fue traído por primera vez a Mundo Marino (en la foto) en 1992 después de ser capturado en la Bahía de Samborombón en la costa de Buenos Aires.
Una captura de pantalla del video filmado por UrgentSeas que luego publicaron en las redes sociales.
Según el acuario, la orca, que entonces tenía tres años, fue encontrada varada en la bahía por tres pescadores junto con otras tres orcas.
Luego llevaron a Kshamenk a su tanque de concreto en el acuario, donde ha pasado los últimos 32 años.
Su compañera de tanque Belén murió en 2000, a la edad de 13 años, lo que significa que, según se informa, ha pasado los últimos 24 años en total aislamiento de su propia especie.
UrgentSeas, una organización sin fines de lucro que aboga por poner fin al cautiverio marino, está haciendo campaña para liberar a Kshamenk y llevarlo a un santuario abierto con otras orcas para que socialice.
Actualmente es la última orca cautiva que queda en Argentina.
Un portavoz de la organización dijo: ‘Seguimos trabajando con activistas argentinos y miembros del Congreso para tratar de resaltar y abordar este mundo cruel.
“Hay que sacarlo de su pequeño tanque de hormigón y unirlo a otros miembros de su especie antes de que sea demasiado tarde”.
MailOnline se ha puesto en contacto con Mundo Marino para solicitar comentarios.