Los principales líderes de la UE han dado un suspiro de alivio. Después de una presidencia húngara marcada por lo que consideraban una diplomacia independiente dañina, la antorcha pasó ahora a Polonia, que lleva las riendas durante seis meses en un momento particularmente turbulento. Hay grandes interrogantes en la UE sobre cómo manejar a Donald Trump, sobre el apoyo occidental a Ucrania, sobre el comercio internacional, la competitividad de Europa y mucho más.
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