Baltimore, una ciudad ya rica en historia, se enfrentó a un desastre sin precedentes la madrugada del martes cuando un buque portacontenedores, el Dali, chocó con el puente Francis Scott Key. El impacto fue tan severo que provocó que una parte importante del puente se rompiera y cayera al río Patapsco. El incidente, que ocurrió justo en las afueras de los límites de la ciudad, cerca de Washington, DC, se ha convertido en lo que las autoridades llaman un “evento en desarrollo con víctimas masivas”.
Inmediatamente después, el jefe de bomberos de Baltimore, James Wallace, confirmó el rescate de dos personas de las aguas heladas del río, y una de ellas sufrió heridas graves. Mientras continúa la operación de búsqueda, el jefe Wallace indicó que los equipos de rescate potencialmente están buscando hasta siete personas, aunque este número sigue siendo variable. La relación entre los rescates iniciales y los esfuerzos de búsqueda en curso aún no se ha aclarado.
El accidente ocurrió en plena noche, un momento en el que el tráfico del puente es relativamente escaso en comparación con el ajetreo diurno, cuando sirve como arteria crítica para miles de viajeros. Kevin Cartwright, hablando en nombre del Departamento de Bomberos de Baltimore, dijo a The Associated Press que el puente no estaba vacío en el momento del colapso. Entre los vehículos presentes se encontraba uno parecido a un camión con remolque. Cartwright destacó la vista surrealista de la carga colgando del puente ahora roto, que es un punto de entrada clave al bullicioso puerto de Baltimore y conduce directamente al Puerto de Baltimore, una piedra angular de la industria naviera de la Costa Este.
El puente, que lleva el nombre del autor del himno nacional de Estados Unidos e inaugurado en 1977, fue catastrófico. La colisión del barco con uno de los soportes del puente provocó una rápida falla estructural, lo que provocó que el puente se rompiera, se doblara y, finalmente, colapsara en el río. Esta impactante secuencia de eventos fue capturada en video y rápidamente difundida a través de varias plataformas de redes sociales, atrayendo una atención generalizada.
La visión del colapso del puente y el posterior incendio del Dali, con humo negro elevándose hacia el cielo, dejó incrédulo al alcalde de Baltimore, Brandon Scott. Comparó la devastación con una escena de una película de acción y la calificó de “una tragedia impensable” que sacudió a la comunidad hasta lo más profundo.
En respuesta a la crisis, el gobernador de Maryland, Wes Moore, declaró el estado de emergencia y enfatizó su compromiso de movilizar recursos federales para ayudar en la recuperación de la ciudad. El FBI también se unió al conjunto de agencias que respondieron al incidente, subrayando la gravedad de la situación.
El Dali, bajo la dirección de Synergy Marine Group y con bandera de Singapur, navegaba bajo el control de dos pilotos en el momento del accidente, alrededor de la 01:30 horas. El barco, con destino a Colombo, Sri Lanka, procedente de Baltimore, mide unos impresionantes 985 pies de largo y 157 pies de ancho. A pesar de los grandes daños y el peligro actual, todos los miembros de la tripulación, incluidos los pilotos, fueron contabilizados y no se reportaron heridos entre ellos.
Esta tragedia se hace eco del incidente de 2001, cuando un tren de carga descarriló en el centro de Baltimore, provocando un incendio masivo que envió humo negro al cielo y provocó el cierre temporal de las principales carreteras de la ciudad. Mientras Baltimore enfrenta este nuevo desafío, la resiliencia de la comunidad se pone a prueba, con esfuerzos centrados en la búsqueda de sobrevivientes y desentrañar las circunstancias que llevaron a este trágico evento.