Un caso histórico tiene nerviosos a los líderes de organizaciones sin fines de lucro en Michigan y en todo el país, ya que a una organización benéfica con sede en Atlanta, la Fearless Foundation y su Fearless Fund se les ha prohibido ofrecer subvenciones y apoyo exclusivamente a mujeres negras. Esta restricción surge de un concurso nacional destinado a empoderar a las empresarias negras. Este caso, que toca el núcleo de la libertad filantrópica y la equidad racial, podría sentar un precedente peligroso para iniciativas similares en todo el país.
La semana pasada, un tribunal federal de apelaciones confirmó una orden judicial contra el Fondo Fearless, lo que marcó un momento significativo en la batalla legal en curso. Aunque el caso aún no se ha resuelto por completo, la decisión del tribunal de mantener la orden judicial ha conmocionado a la comunidad filantrópica. Muchos líderes de organizaciones sin fines de lucro expresaron su profunda preocupación y señalaron que este fallo está enviando un efecto paralizador a la filantropía que podría conducir a otros casos similares.
La orden judicial surge de una demanda presentada en agosto por la Alianza Estadounidense por la Igualdad de Derechos y su fundador, Edward Blum, quien no es ajeno a las batallas legales de alto riesgo. Blum es el arquitecto detrás del caso de la Corte Suprema de Estados Unidos que desmanteló la acción afirmativa en las admisiones universitarias el año pasado. En esta nueva demanda, la alianza afirma que el programa de subvenciones del Fearless Fund viola la Ley de Derechos Civiles de 1866, que prohíbe la discriminación racial en los contratos.
La Corte de Apelaciones de los Estados Unidos para el 11º Circuito Judicial en Miami dictaminó que el acuerdo entre la Fearless Foundation y los ganadores del Concurso de Subvenciones Fearless Strivers probablemente viola la ley de la época de la Guerra Civil y es poco probable que reciba la protección de la Primera Enmienda. Este concurso otorga $20,000, tutoría y herramientas digitales a cuatro empresas propiedad de mujeres negras. Los concursantes debían reconocer que al participar aceptaban las reglas oficiales del concurso, lo que constituía un contrato. Después de que se presentó la demanda, la fundación realizó cambios en las reglas, pero mantuvo algunas condiciones que el tribunal consideró problemáticas.
Los líderes de organizaciones sin fines de lucro enfatizan las implicaciones más amplias de este fallo, explicando que los abogados de la alianza están utilizando la Ley de Derechos Civiles de 1866, que fue diseñada para garantizar que la discriminación basada en la raza no afectara a los ex esclavos, para decir esencialmente que la discriminación basada en la raza no es permitido.
El quid de la preocupación entre los líderes de organizaciones sin fines de lucro es que este caso podría infringir los derechos de las organizaciones filantrópicas de la Primera Enmienda a asignar recursos en función de sus valores. Articularon este temor, afirmando que lo preocupante es que este fallo infringe los derechos de la filantropía de la Primera Enmienda a expresar sus recursos en función de sus valores.
Además, muchas fundaciones centran sus recursos en abordar las desigualdades sistémicas arraigadas en la discriminación racial. Este caso, si se confirma, podría socavar estos esfuerzos críticos. El Consejo de Fundaciones de Michigan, junto con aproximadamente una docena de fundaciones y grupos sin fines de lucro de Michigan, se unieron a un escrito amicus curiae presentado por el Consejo de Fundaciones y Sector Independiente con sede en Washington, DC. Abogan por un fallo a favor de la Fearless Foundation.
La Fundación Skillman, con sede en Detroit, se encuentra entre las fundaciones de Michigan que apoyan el informe. Angelique Power, su presidenta y directora ejecutiva, enfatizó la importancia de la equidad racial en la filantropía. En una declaración, Power escribió: “Toda entidad filantrópica tiene derecho a invertir dólares de impacto social de la manera que considere importante, especialmente cuando tanta evidencia subraya la necesidad de implementar la equidad racial como un motor invaluable hacia una sociedad más justa y próspera”.
La declaración de Power resuena profundamente con la misión centrada en la comunidad de la Fundación Skillman, que se dedica a mejorar las escuelas públicas en Detroit, una ciudad donde la mayoría de los estudiantes son negros y morenos. Hizo hincapié en que una perspectiva racializada no sólo es importante sino necesaria para profundizar el impacto de la fundación. “El intento de Ed Blum, el activista conservador, de dictar cómo cada persona en Estados Unidos elige invertir su dinero no sólo retrasará el progreso en una república racialmente diversa, sino que también paralizará a cualquier donante en cualquier lugar”, añadió.
A medida que avanza este caso, hay mucho en juego para las organizaciones filantrópicas comprometidas con la equidad racial. El resultado podría reafirmar el derecho de las fundaciones a abordar el racismo sistémico mediante apoyo específico o sentar un precedente que obstaculice tales esfuerzos. Los líderes y activistas de organizaciones sin fines de lucro deben permanecer vigilantes y expresarse en la defensa de los principios de equidad y justicia que sustentan su trabajo.
En una sociedad que lucha contra los restos del racismo sistémico, la misión del Fearless Fund de apoyar a las empresarias negras no es sólo un concurso, sino un paso crucial hacia la nivelación del campo de juego. A medida que este caso se desarrolla, la comunidad filantrópica en general debe permanecer unida para hacer valer su derecho a dirigir sus recursos hacia donde vean mayor necesidad y potencial para un cambio transformador. La lucha por la equidad racial en la filantropía está lejos de terminar y el resultado de este caso tendrá implicaciones duraderas para el futuro de las donaciones caritativas en Estados Unidos.
Los esfuerzos de la Fearless Foundation para elevar a las empresarias negras son un testimonio de la necesidad duradera de un apoyo centrado y equitativo en un panorama que durante mucho tiempo ha marginado a estas comunidades. La capacidad del sector filantrópico para actuar según sus valores y su misión está bajo escrutinio, y las implicaciones de este caso repercutirán mucho más allá de los tribunales.