Por Sharon Zhang
Este artículo fue publicado originalmente por La verdad
Los expertos dicen que la incautación probablemente sea ilegal y represente una expansión de la aplicación de sanciones por parte de Estados Unidos.
El gobierno venezolano ha condenado la incautación por parte de Estados Unidos de un petrolero frente a su costa como “piratería”, ya que el presidente Donald Trump dice que Estados Unidos se queda con el petróleo.
En un comunicado, el gobierno venezolano dijo que la incautación “constituye un robo flagrante y un acto de piratería internacional”. Agregó que la medida muestra que la reciente agresión de Estados Unidos “siempre ha tenido que ver con nuestros recursos naturales, nuestro petróleo, nuestra energía, los recursos que pertenecen exclusivamente al pueblo venezolano”.
Trump dijo a los periodistas que el camión cisterna fue «incautado por una muy buena razón» y afirmó que era el «más grande [tanker] alguna vez incautado”. Cuando se le preguntó qué haría Estados Unidos con el petróleo a bordo del petrolero, dijo: “Supongo que lo conservaremos”.
La fiscal general Pam Bondi dijo que Estados Unidos “ejecutó una orden de incautación” para el petrolero, que fue “utilizado para transportar petróleo sancionado desde Venezuela e Irán”.
“Durante varios años, el petrolero ha sido sancionado por Estados Unidos debido a su participación en una red ilícita de transporte de petróleo que apoya a organizaciones terroristas extranjeras”, dijo Bondi en una publicación en X. Adjunto a la publicación había un video que supuestamente mostraba la incautación, mostrando imágenes granuladas de tropas estadounidenses descendiendo sobre el buque desde un helicóptero y asaltándolo, armas en mano.
El Departamento de Seguridad Nacional también publicó un video de la incautación, alardeando de que fue un “KNOCKOUT”, agregando una canción de LL Cool J al metraje.
Los expertos han puesto en duda si es legal que Estados Unidos se apodere del petrolero, señalando que es muy inusual hacerlo en aguas internacionales.
«Esta acción marca una escalada significativa no sólo del conflicto entre Estados Unidos y Venezuela sino también de la aplicación extraterritorial de sanciones por parte de Estados Unidos. Desde un punto de vista estrictamente legal, Estados Unidos no tiene jurisdicción para impedir que Venezuela venda su petróleo a partes no estadounidenses siempre y cuando la transacción se realice fuera del territorio estadounidense», dijo Francisco Rodríguez, investigador principal del Centro de Investigación Económica y Política.
“Lo que Estados Unidos está haciendo es utilizar el derecho del mar relativo a embarcaciones apátridas, que le permite acercarse, abordar e inspeccionar embarcaciones sin registro nacional, como una entrada para justificar la aplicación de sanciones estadounidenses fuera de territorio estadounidense”, agregó Rodríguez, diciendo que una campaña prolongada como esta podría profundizar los problemas económicos de Venezuela.
En un discurso en el Senado el miércoles, el senador Chris Van Hollen (D-Maryland) suplicó al Congreso que ejerza sus poderes de guerra para evitar que la administración Trump siga escalando relaciones con Venezuela.
«Trump nos está llevando al borde de la guerra -una guerra de cambio de régimen- y se nos está acabando el tiempo para detenerla», dijo Van Hollen.
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