El expresidente de Sudáfrica, contaminado por sobornos, Jacob Zuma, anunció que demandará al presidente Cyril Ramaphosa por un informe médico filtrado relacionado con un juicio por corrupción de armas en la década de 1990.
El anuncio, hecho de la noche a la mañana, se produce cuando el gobernante Congreso Nacional Africano inicia una conferencia el viernes en la que se espera reelegir como líder de su partido a Ramaphosa, quien también enfrenta un gran escándalo de efectivo.
Zuma anunció que había iniciado un proceso de acusación particular el jueves contra Ramaphosa, acusándolo de ser un presunto «cómplice» en la filtración de un documento médico confidencial sobre Zuma a los medios.
Ramaphosa “rechaza con el mayor desprecio… el abuso de los procesos legales y la perversión de Zuma”, dijo la oficina del presidente.
El caso está relacionado con la campaña de larga duración, pero hasta ahora infructuosa, de Zuma para destituir al fiscal Billy Downer, quien persigue al expresidente por cargos de corrupción relacionados con un negocio de armas en la década de 1990.
Zuma, quien alega que Downer filtró su informe médico a un periodista, ahora también acusa a Ramaphosa de descuidar sus deberes al no actuar después de haber sido informado de la filtración, dijo Mzwanele Manyi, portavoz de su fundación.
“Él no movió una aguja… en términos de abordar el asunto”, dijo Manyi.
La oficina de Ramaphosa desestimó las acusaciones de Zuma como “falsas e infundadas”.
Es poco probable que la demanda de Zuma obstaculice las posibilidades de Ramaphosa de ser reelegido como líder del ANC, ya que los analistas dicen que el asediado partido necesita a Ramaphosa.
“Aquí no hay nada político”, insistió Manyi a la AFP.