Seúl, 20 de diciembre (Yonhap) — Corea del Norte ha elogiado, este miércoles, su último lanzamiento de un misil balístico intercontinental (ICBM) de combustible sólido Hwasong-18 como un «gran éxito» que ayudará al país a «contrarrestar cualquier crisis».
El misil norcoreano voló unos 1.000 kilómetros en una trayectoria elevada antes de caer en el Mar del Este el lunes, según el ejército de Corea del Sur.
Se trata de la quinta prueba de misiles balísticos intercontinentales de Corea del Norte sólo este año, la cifra más alta jamás registrada en un solo año, que también siguió al lanzamiento de un satélite espía militar en noviembre.
Corea del Norte se jactó del último lanzamiento en la portada del Rodong Sinmun, su principal periódico para la audiencia nacional, diciendo que ha mostrado la «más dura voluntad de represalia» y la «fuerza abrumadora» ante las fuerzas hostiles.
Corea del Norte dijo que ha adquirido el «poder más fuerte» para contrarrestar firmemente cualquier crisis militar con el satélite espía y el misil balístico intercontinental, refiriéndose a ellos como «ojos que miran a una distancia muy larga» y un «puño fuerte que golpea una distancia muy larga».
El periódico continuó enfatizando la importancia de la autosuficiencia y promocionó el lanzamiento del misil balístico intercontinental y el satélite espía como hazañas logradas por ellos mismos.
Corea del Sur, Estados Unidos y Japón condenaron el lanzamiento de un misil balístico intercontinental por parte de Corea del Norte como una violación «flagrante» de las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU y acordaron fortalecer su cooperación trilateral para disuadir nuevas provocaciones.
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