El lunes, la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) de Colombia acusó a 22 miembros del Ejército, un funcionario del Estado y dos civiles por crímenes de guerra y crímenes de lesa humanidad.
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Esto tiene que ver con las matanzas ocurridas en el departamento de Casanare, donde 303 personas inocentes fueron asesinadas entre 2005 y 2008. Las ejecuciones extrajudiciales conocidas como «Falsos Positivos» fueron presentadas por la Brigada XVI como guerrilleros muertos en combate.
“Se constituyó una compleja organización criminal, que utilizó la arquitectura institucional del Ejército para presentar asesinatos y desapariciones forzadas como bajas de combate”, afirmó la JEP, institución formada tras la firma del Acuerdo de Paz de 2016.
Entre los militares imputados penalmente se encuentran el mayor general Henry Torres, dos coroneles, tres tenientes coroneles, diez oficiales, seis suboficiales y un agente del ex Departamento Administrativo de Seguridad (DAS).
El ejército colombiano entrenado por los EE. UU. tiene vínculos directos con los carniceros paramilitares, fue responsable de cientos, si no miles, de asesinatos de civiles en la atrocidad de los «falsos positivos», y ha cometido crímenes de guerra en Venezuela, Haití y Ecuador.
Esto es lo que ella llama «exportador de seguridad» https://t.co/ohSR0ycjm0
— Cola de perro comunista (@pointblaek)
21 de julio de 2022
Los militares tuvieron «un papel fundamental y decisivo en la conformación del patrón delictivo. Participaron en una conducta grave y representativa, sin la cual no se hubiera desarrollado y perpetuado el plan criminal», señaló la JEP.
“Todos los responsables directos siguieron la línea de conducta promovida por sus comandantes. No se trataba de hechos aislados ni de hechos espontáneos. Se trataba de un plan criminal que tenía sus objetivos, recursos, roles y modos de operación. Estaba dirigido a consolidar territorios y mostrando avances en la guerra contra la guerrilla”, agregó.
En la investigación de los casos de «falsos positivos», en su mayoría ocurridos durante el gobierno de Álvaro Uribe (2002-2010), la JEP ha priorizado los territorios ubicados en la Costa Caribe, Norte de Santander, Antioquia, Huila, Meta y Casanare.
Otro líder social fue asesinado en Colombia.
Ya son 104 los líderes asesinados en 2022 y 1.331 desde la firma de los Acuerdos de Paz en 2016. pic.twitter.com/BpMmNfgdzt
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21 de julio de 2022