El fiscal especial Jack Smith tiene la intención de dimitir antes de que el presidente electo Donald Trump asuma el cargo y está discutiendo la mecánica de poner fin a los procesamientos federales en su contra con el liderazgo del Departamento de Justicia, dijo un funcionario del Departamento de Justicia familiarizado con las discusiones.
Trump ha amenazado con despedir a Smith, pero Smith espera irse antes de que Trump asuma el cargo.
Las conversaciones entre Smith y los líderes del Departamento de Justicia se extienden más allá de los casos penales de Trump y abarcan preguntas sobre qué hacer con otros acusados en el caso de documentos clasificados, así como con la oficina del fiscal especial y qué sucede con su presupuesto y su personal.
Se requiere que Smith presente un informe sobre su trabajo para el Fiscal General Merrick Garland. No está claro si el momento de la salida de Smith se retrasaría si tiene que presentar su informe a la comunidad de inteligencia para su aprobación, según personas informadas sobre las discusiones.
Smith está trabajando para completar el informe antes de que Trump asuma el cargo, ya que Garland necesitaría aprobarlo y decidir si lo hace público, dijo una persona familiarizada con las discusiones.
Los New York Times informó por primera vez sobre el momento de los planes de renuncia de Smith.
Trump y sus aliados han amenazado repetidamente con despedir y procesar al equipo de Smith. En octubre, el presidente electo dijo que usaría sus poderes presidenciales para poner fin a la investigación de Smith y prometió despedirlo. "en dos segundos."
Como presidente, Trump se beneficia de protecciones contra el procesamiento que no tenía como civil.
La política de larga data del Departamento de Justicia sostiene que un presidente en ejercicio no puede ser procesado por delitos, y un fallo de la Corte Suprema este verano encontró que Trump disfrutaba de "absoluto" inmunidad procesal por acciones tomadas dentro de sus poderes constitucionales básicos como presidente.
Antes de su salida, Smith tendrá que decidir cómo poner fin a los dos casos penales que interpuso contra Trump.
En Florida, Smith apeló la decisión de la jueza Aileen Cannon de desestimar el caso de documentos clasificados, dictaminando que Smith fue designado inconstitucionalmente como fiscal especial y que la financiación de su oficina también violaba la ley.
Y en Washington, DC, el equipo de Smith ha estado avanzando en el caso penal que alega que Trump orquestó una conspiración para anular las elecciones de 2020 a raíz del fallo de la Corte Suprema sobre la inmunidad presidencial.