José Luis Rubiera fue uno de los mejores domésticos que tuvo Lance Armstrong en US Postal y Discovery Channel y ayudó a Armstrong en sus victorias en el Tour de Francia entre 2001 y 2005, siendo clave en las etapas de montaña.
En una rara entrevista, “Chechu” habló recientemente sobre el dopaje y lo que sucedió durante esos tiempos.
“Cuando se sanciona a Armstrong y se quitan los Tours, no se dan al segundo, cuando siempre se entendió que si el primero se dopaba se decía ‘tú fuera’, y el segundo ganador. Esas giras estaban desiertas. Los organizadores, la UCI, decían: Vamos, se lo quitamos a Armstrong, pero ¿a qué se lo damos, a Zülle, que estuvo en el caso Festina, a Ullrich, que estuvo en la Operación Puerto? Ahora, afortunadamente, la mentalidad del deportista, la del patrocinador y la del aficionado es diferente, todo cambió”.
La USADA (la agencia estadounidense antidopaje) había descrito el dopaje postal de los EE. UU. de esos años como “el programa de dopaje más sofisticado, profesional y exitoso en la historia del deporte”.
“Pues me parece que responde a un sentimiento de odio o animosidad hacia la figura de Armstrong por parte de las personas que en ese momento estaban –no sé si todavía ahora– gestionando el World Anti- Agencia Antidopaje y especialmente la Agencia Americana Antidopaje. Armstrong tuvo una lucha personal con ellos y ellos con Armstrong; había algo personal allí”.
“Lo que puede leer que se hizo en el Servicio Postal de EE. UU., también puede leer que se hizo en Telekom o ONCE. Y, sin embargo, el objetivo siempre fue Armstrong, destruir a Armstrong. Pantani dio positivo y nadie lo atacó. Aunque sí acabó mal, hundido psicológicamente. Ullrich también tuvo problemas y no creo que la Agencia Mundial Antidopaje lo haya tratado como lo hizo con Armstrong. A otros ciclistas que admitieron que se habían dopado o dieron positivo se les dijo: ‘Vamos, dos años de sanción’y sin embargo, los trabajadores postales de EE. UU., los médicos y otros fueron sancionados de por vida”.