Desde Assassin’s Creed Origins de 2017, Ubisoft ha seguido ampliando las posibilidades de mundo abierto de su franquicia principal. Si bien este impulso por más ha sido bien recibido por los fanáticos, ha habido una clara falta de enfoque en los principios de Assassin’s Creed que hicieron de esta serie lo que es hoy: parkour, sigilo y asesinato. Queriendo celebrar los 15 años de Assassin’s Creed, Ubisoft Bordeaux creó Assassin’s Creed Mirage, una entrega sencilla que es la primera en años que puedes superar en menos de 80 horas.
A lo largo de su historia de aproximadamente 15 horas, los jugadores controlan a Basim Ibn Is’haq, a quien vimos por primera vez como un personaje importante en Assassin’s Creed Valhalla, en una historia sobre la mayoría de edad que arroja luz sobre un período secreto de la orden de los Ocultos. Si bien su historia nos dejó con ganas de mucho más, especialmente con su final anticlimático y repentino, explorar la singular ciudad de Bagdad usando parkour y sigilo fue un placer. Atrás quedaron las secuencias de combate extendidas, la mecánica de los juegos de rol, el botín escalonado y las aventuras en expansión en países enteros; en su lugar, un pequeño recordatorio de dónde comenzó Assassin’s Creed como franquicia y qué lo hace especial para empezar, incluso si la profundidad general de Mirage fue menor de lo que esperábamos.