Inicio Asia Comentario: La política en juego en el próximo presupuesto de Malasia

Comentario: La política en juego en el próximo presupuesto de Malasia

0
Comentario: La política en juego en el próximo presupuesto de Malasia

Esto es similar al fenómeno “Wall Street versus Main Street” en Estados Unidos, y la rigidez del costo de vida se debe tanto al sentimiento como al retraso. Basándose en el trabajo fundamental de Robert J. Shiller titulado ¿Por qué a la gente no le gusta la inflación?, la economista de Harvard Stefanie Stantcheva escribió en un estudio que la gente es contraria a la inflación debido a la “creencia generalizada de que disminuye su poder adquisitivo”, lo que genera estrés, estrés emocional respuestas y una sensación de inequidad.

No importaba si esto no fuera cierto, ya que la gente normalmente ignora las posibles asociaciones positivas con la inflación, como el aumento de los ingresos, la reducción del desempleo o el aumento de la actividad económica, dijo la Sra. Stantcheva. Esto los llevaría a culpar al gobierno, a las empresas y al “sistema” en general por sus condiciones.

Otra explicación de la desconexión entre datos económicos sólidos y sentimiento desfavorable es la hipótesis del “dolor referido”, en la que cobra protagonismo el estado de ánimo sombrío por razones no económicas como la desconfianza en el sistema, la creciente polarización étnico-religiosa y la incertidumbre general. La pandemia de Covid-19, que alteró la vida y que vio a la gente vivir tiempos económicamente precarios, tiene un efecto de cola larga que no se puede ignorar, a medida que el pesimismo económico se convierte en una característica más persuasiva en la mente de los malayos comunes y corrientes.

Además del sentimiento, también hay un retraso natural en la realización económica sobre el terreno. Las inversiones extranjeras directas toman tiempo para ser aprobadas y realizadas, y es necesario construir fábricas antes de que se puedan ofrecer empleos de alto valor.

De manera similar, la toma de ganancias en el mercado de valores beneficiará a quienes invierten directamente, antes de que el aumento de las ganancias se traduzca en una mayor actividad económica y salarios. Una moneda fuerte abarata los bienes importados con el tiempo, pero pasa un tiempo antes de que aumenten el gasto de los consumidores y los ingresos de las empresas.

Los cambios en la estructura económica de Malasia tardarán en producir todos sus efectos y se espera que los malasios comunes y corrientes todavía sientan que sus vidas permanecen prácticamente sin cambios.

Fuente

Salir de la versión móvil