Tradicionalmente, el 11.11, junto con el festival de compras de mitad de año a las 6.18, ha servido como un barómetro clave para la confianza del consumidor, que se ha convertido en un punto focal de los esfuerzos de China para impulsar su economía en desaceleración.
Pero a falta de cifras oficiales, los analistas y los medios deben interpretar los datos de terceros. La firma de datos de comercio electrónico Syntun, un punto de referencia popular, estimó que las ventas totales de comercio electrónico crecieron un 26,6 por ciento a 1,44 billones de yuanes este año.
¿QUÉ ÚTIL ES EL BARÓMETRO?
Este crecimiento parece prometedor sobre el papel. Durante mis visitas a Hangzhou (sede de Alibaba) y Yiwu (uno de los centros de comercio electrónico más grandes de China) el 11 de noviembre, fue evidente que los participantes del comercio electrónico (desde comerciantes hasta operadores logísticos) tomaron el evento en serio, esforzándose por superar a sus competidores.
Entonces, ¿a qué se debe el silencio de las plataformas sobre el GMV total? Hay varios factores en juego.
En primer lugar, ha habido un cambio de tono en medio de una competencia feroz. Antes de la pandemia, el 11 de noviembre era una celebración: una demostración de dominio de los confiados gigantes del comercio electrónico.
Pero en los últimos años el panorama del comercio electrónico de China ha pasado de ser un duopolio (de Alibaba y JD) a un feroz campo de batalla, en el que Pinduoduo, Douyin y Kuaishou reclaman ahora el 40 por ciento del mercado. Los fundadores de Alibaba y JD han regresado para dirigir sus empresas en medio de esta guerra de desgaste.