ACTIVISMO EN AUMENTO
Entonces, ¿podrían las protestas escalar hasta convertirse en un movimiento más amplio por el cambio en el país?
De hecho, Bangladesh tiene una rica historia de activismo estudiantil que ha conducido a importantes cambios políticos. Uno de los ejemplos más notables ocurrió en 1952, cuando las autoridades paquistaníes anunciaron que el urdu sería el único idioma nacional de Pakistán. En respuesta, los estudiantes de la Universidad de Dacca organizaron una protesta que desencadenó un malestar civil generalizado y, finalmente, el bengalí fue reconocido como idioma oficial.
Sin embargo, los movimientos estudiantiles en Bangladesh han tenido éxito en el pasado porque se dieron en un contexto más amplio de oposición política organizada, instituciones estatales relativamente independientes y una sociedad civil fuerte liderada por académicos. Los partidos de oposición, por ejemplo, brindaron apoyo a los movimientos estudiantiles para desafiar al gobierno ofreciendo recursos, orientación estratégica y legitimidad a las protestas.
Esta vez, los partidos de oposición están débiles, muchos de sus líderes están en prisión y las instituciones estatales han sido capturadas por el gobierno. El 23 de julio, el gobierno culpó al BNP por la violencia en curso y amenazó con más medidas represivas contra los opositores políticos.
Para que estas protestas se conviertan en un movimiento más amplio, tendrán que ser encabezadas por los propios estudiantes, lo que potencialmente tendrá un gran costo en vidas humanas.
Shahzad Uddin es profesor de Contabilidad en la Universidad de Essex. Este comentario apareció por primera vez en La Conversación.