Unos costos de energía más bajos, impuestos más bajos, más incentivos financieros para la inversión, leyes laborales más flexibles, el fin de los pagos del Seguro Social y, sobre todo, menos burocracia, eso es lo que las empresas alemanas exigen al próximo gobierno del país.
«La economía se está reduciendo. El desempleo está creciendo. Alemania se ha vuelto poco atractiva para los inversores», así es como Rainer Dulger, presidente de la Confederación de Asociaciones de Empleadores Alemanes (BDA), resumió la situación en la última conferencia de empleadores a fines de octubre de octubre 2024.
Los empleados bien entrenados y especializados se han vuelto raros. Las regulaciones y la burocracia, dijo Dulger, han crecido a una tasa proporcional al crecimiento de otras cargas acumuladas en las empresas, como el aumento de los costos de empleo y producción. Alemania, dijo, ya no es competitivo a nivel mundial.
La economía de Alemania se basa mucho en su industria ahora vacilante
La fuerza económica de Alemania depende en gran medida de la industria, que es responsable de aproximadamente una cuarta parte del PIB. Después de dos años de recesión, la Federación de la Industria Alemana (BDI) calculó que la producción de producción ahora es mucho más baja que hace cinco años. El resultado: menos se produce y se construye en Alemania, y se compra y consume menos.
En su último informe de asesoramiento anual al Consejo de Expertos del Gobierno Federal Alemán, los economistas documentaron una recesión continua en todos los sectores de la economía. Especialmente desconcertantes son indicaciones de que menos productos alemanes ahora encuentran su camino en el extranjero.
Alemania ya no es el exportador principal del mundo
Durante décadas, el exitoso modelo de negocio de German se basó en una fórmula simple: comprar materias primas y piezas en el extranjero a un buen precio, luego usar la destreza de ingeniería alemana y la energía barata para transformarlos en productos valiosos «hechos en Alemania».
La invasión de Rusia de Ucrania, la crisis energética, la inflación y la transición forzada a una economía neutral climática envió a los precios de la energía al aumento, lo que afectó a las empresas intensivas de energía más duro.
«Los sectores económicos importantes, como la fabricación o las electro-tecnologías, fueron especialmente difíciles, mientras que la industria química se estabilizó en un nivel bajo después de los contratiempos que sufrió en 2023», escribió el Consejo de Expertos.
Empresas empacando y saliendo de Alemania
Las empresas exigen una reducción significativa en los precios de la energía para que Alemania sea competitiva una vez más. Pero en la parte superior de la lista de deseos corporativos hay una reducción aún mayor en el precio de la burocracia. Según el Instituto IFO, un atuendo de investigación económica con sede en Múnich, las empresas alemanas gastan 65 mil millones de euros ($ 68 mil millones) anualmente en documentación obligatoria e informes relacionados con los procesos de planificación y certificación.
El estado de ánimo en los negocios de Alemania es sombrío, y la incertidumbre sobre el desarrollo económico está creciendo. En lugar de invertir en casa, muchas compañías ahora buscan bases de producción más atractivas en el extranjero. En respuesta a una encuesta reciente de BDI, aproximadamente un tercio de las empresas dijeron que ya habían destinado a las operaciones de investigación y desarrollo. Esto hizo que el presidente de BDI, Peter Leibinger, advirtiera que la «base» de Alemania como un lugar para basar negocios estaba amenazado.
Las empresas sonarán la alarma el 29 de enero
Una alianza de unas 100 asociaciones económicas y de cabildeo está pidiendo nada menos que un cambio de política económica completa del próximo gobierno de Alemania. El grupo pide un día de acción nacional el 29 de enero. Ese día, las empresas de todo el país llamarán la atención sobre sus problemas y demandas, con una gran demostración que se organizará en la famosa puerta de Brandenburg de Berlín.
Los organizadores dicen que las empresas utilizarán la manifestación para enviar un «SOS» a los políticos.
«La situación es grave. Estamos en un punto de inflexión económica y estamos hemorragiendo masivamente una sustancia económica como nunca antes», dice una «llamada de atención para la política» en Un sitio web especial dedicado. La página, creada por los organizadores, también afirma que la próxima votación del 23 de febrero de Alemania será una que determine el «destino» del país.
Hacer que la Alemania rural sea más atractiva para la vida y el trabajo
En una carta urgente a los líderes de los partidos parlamentarios de Alemania, el presidente de BDA, Rainer Dulger, y los jefes de las otras federaciones de grandes negocios del país pidieron a los políticos que ayuden a que las regiones rurales sean más atractivas para las empresas después de las elecciones. Entre esas cosas consideradas más necesarias a este respecto, se encontraban la infraestructura digital, de transporte y energía adecuada para la vivienda, la salud y la movilidad, así como para las instituciones educativas, culturales y sociales.
En las encuestas de opinión, la economía y la migración son los dos temas que más preocupan a los votantes. Cuando se les preguntó a los votantes qué partido vieron lo mejor equipado para abordar esos temas, los llamados partidos sindicales (CDU/CSU) se mencionaron con mayor frecuencia. Los partidos de centro derecha y su candidato canciller, Friedrich Merz, actualmente lideran a todos los demás partidos en encuestas preelectorales.
Aún así, los partidos sindicales dependerán de los socios de la coalición para gobernar. Eso probablemente significa los socialdemócratas del centro izquierdo (SPD) o los Verdes, que actualmente comprenden un gobierno minoritario después de la partida del FDP amigable para los negocios y la implosión de la llamada coalición de «semáforo». La clave para las próximas negociaciones de la coalición no solo serán las convicciones políticas de los socios individuales, sino también las influencias externas, especialmente los cambios geopolíticos globales que tienen lugar con el regreso del presidente estadounidense Donald Trump a la Casa Blanca.
¿Qué sigue en los Estados Unidos?
Las empresas alemanas ahora están mirando a través del Atlántico con consternación. En 2024, por primera vez en más de 10 años, Estados Unidos se convirtió en el mayor socio comercial de Alemania una vez más, con aproximadamente el 10% de las exportaciones alemanas a los Estados Unidos.
Muchas empresas alemanas esperan un impacto negativo en su competitividad global porque Trump quiere controlar el comercio e introducir aranceles de importación. El mercado estadounidense es clave para la farmacéutica de Alemania, pero también para sus sectores de fabricación y automóviles.
Y Alemania vende más a los EE. UU. Esa es una espina al lado de Trump. Quiere reducir el déficit comercial de Estados Unidos con Alemania y está tratando de atraer a las empresas alemanas a producir más en los Estados Unidos.
Primas de inversión y un fondo de Alemania
Eso ejercerá aún más presión sobre el próximo gobierno para que tome medidas para que Alemania una vez más sea atractivo como un lugar para basar un negocio. La CDU/CSU ha prometido reducir los impuestos corporativos a un máximo del 25%, así como para reducir significativamente los costos de energía. El SPD ha propuesto primas de inversión, y agregó que la restauración y modernización de la infraestructura rural se necesita con urgencia. Todo eso será muy caro, y esa es la captura.
El llamado «freno de deuda» que está anclado en la ley básica de Alemania dice que el estado no puede gastar más efectivo del que se dedica. El próximo gobierno tendrá que hacer un pensamiento creativo para descubrir cómo lidiar con ese hecho. Deshacerse del freno de deuda no es un comienzo. Es más probable una reforma que permita préstamos para inversiones financieras para reforzar a Alemania como un lugar para hacer negocios.
Este artículo fue publicado originalmente en alemán y traducido por Jon Shelton
