Byun Duk-kun
WASHINGTON, 12 de abril (Yonhap) — Estados Unidos condena enérgicamente el último lanzamiento de un misil balístico de Corea del Norte y pide al país que detenga la escalada de tensión en la península de Corea, ha dicho este miércoles un portavoz del Consejo de Seguridad Nacional (NSC), horas después de que Pyongyang disparó un misil balístico en el Mar del Este.
La portavoz del NSC, Adrienne Watson, dijo que el presidente Joe Biden y su equipo de seguridad nacional están evaluando la situación con los aliados y socios de Estados Unidos.
«Este lanzamiento es una violación descarada de múltiples resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU y aumenta innecesariamente las tensiones y corre el riesgo de desestabilizar la situación de seguridad en la región», dijo en un comunicado publicado.
«Esta acción demuestra que la RPDC continúa dando prioridad a sus programas ilegales de armas de destrucción masiva y misiles balísticos sobre el bienestar de su pueblo», agregó, refiriéndose a Corea del Norte por su nombre oficial, República Popular Democrática de Corea.
Funcionarios en Seúl dijeron anteriormente que los principales enviados de Corea del Sur, Estados Unidos y Japón mantuvieron conversaciones telefónicas poco después del lanzamiento del misil norcoreano y condenaron enérgicamente la última provocación.
El lanzamiento del misil sigue a 69 pruebas de misiles balísticos sin precedentes realizadas por Corea del Norte en 2022, así como al lanzamiento de prueba de un misil balístico intercontinental (ICBM) en marzo.
«Instamos a todos los países a condenar estas violaciones y llamamos a la RPDC a sentarse a la mesa para negociaciones serias», dijo Watson, y reiteró que la puerta a la diplomacia permanece abierta.
«Estados Unidos tomará todas las medidas necesarias para garantizar la seguridad de la patria estadounidense y la República de Corea y los aliados japoneses», dijo el comunicado publicado.
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