Los líderes de África occidental del grupo regional CEDEAO se reunieron el domingo para una cumbre en la que la seguridad y la salida del bloque de tres gobiernos liderados por militares ocupan un lugar destacado en la agenda.
Antes de la reunión de la Comunidad Económica de Estados de África Occidental, Burkina Faso, Malí y Níger reafirmaron como «irreversible» su decisión de abandonar el bloque, que condenaron por estar subordinado al ex gobernante colonial Francia.
La salida de los tres podría tener un impacto importante en el libre comercio y circulación, así como en la cooperación en materia de seguridad en una región donde los grupos yihadistas están ganando terreno en todo el Sahel.
Entre los asistentes a la cumbre en Abuya, capital de Nigeria, estará el presidente de Senegal, Bassirou Diomaye Faye, quien fue designado mediador con los estados separatistas por los 15 miembros de la CEDEAO en julio.
Faye dijo la semana pasada que estaba «haciendo progresos» en las conversaciones con los tres y dijo que no había razón para que no mantuvieran las relaciones, especialmente dada la situación de seguridad.
La salida de Malí, Burkina Faso y Níger se hará efectiva un año después del anuncio, en enero, según la normativa del bloque.
Los tres estados también formaron su propia confederación, la Alianza de los Estados del Sahel (AES), después de romper lazos con Francia y girar hacia Rusia.
Los tres separatistas no han anunciado planes de asistir a la cumbre de Abuja, pero celebraron una reunión separada a nivel ministerial el viernes en Niamey, la capital de Níger.
«Los ministros reiteran la decisión irreversible de retirarse de la CEDEAO y están comprometidos a proseguir un proceso de reflexión sobre los medios para salir en el mejor interés de sus pueblos», dijeron en una declaración conjunta.
Los tres estados han pasado por golpes militares e insurgencias yihadistas en los últimos años. Guinea, estado miembro de la CEDEAO, también está gobernado por un gobierno militar después del golpe de estado de 2021.
Amenaza de intervención del ejército
Las tensiones con la CEDEAO aumentaron después de que el grupo amenazara con una intervención militar por un golpe de estado en Níger en julio de 2023, el sexto en la región en tres años, e impusiera fuertes sanciones al país.
El presidente de Togo, Faure Gnassingbe, también ha estado mediando con los estados del Sahel.
En marzo, la CEDEAO levantó algunas de las sanciones impuestas a Níger en un intento por reiniciar el diálogo, especialmente sobre la suerte del depuesto presidente Mohamed Bazoum, detenido desde el golpe.
A principios de este año, el máximo comandante militar de Nigeria se reunió con el jefe del ejército de Níger para fortalecer la cooperación en materia de seguridad, especialmente la comunicación entre los dos ejércitos y la participación en un grupo de trabajo multinacional a lo largo de la zona fronteriza.
Desde el golpe de estado de 2021, Guinea, miembro de la CEDEAO, también ha estado dirigida por un jefe militar, el general Mamady Doumbouya, quien desde entonces ha prestado juramento como presidente.
Bajo la presión de la CEDEAO, los líderes militares de Guinea acordaron organizar elecciones para fines de 2024, pero desde entonces han admitido que no cumplirán ese compromiso.