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El Eintrach de Frankfurt asalta el Camp Nou y deja al Barça fuera de la Europa League

El Eintrach de Frankfurt asalta el Camp Nou y deja al Barça fuera de la Europa League

Noche trágica en Barcelona. Con el Camp Nou repleto de aficionados del Eintrach de Frankfurt, el Barça fue arrasado por el equipo alemán en un partido muy flojo del conjunto dirigido por Xavi Hernández, que volvió a confirmar que en Europa sigue sin fútbol, sin físico, sin ideas. El 2-3 reflejado en el electrónico evidencia que la tentativa blaugrana de maquillar en esta competición el descalabro sufrido en Champions ha terminado fracasando. La expulsión del Barcelona es fruto de su mal juego, de la falta de intensidad de un equipo que sólo compitió en los minutos finales del encuentro. De nada sirvieron los goles de Busquets y Depay ya en el tramo de la desesperación. En definitiva, un importante tropiezo que ya tiene su eco en los siguientes pronósticos ligueros, porque las mejores casas de apuestas, a partir del baño alemán, empiezan a registrar cuotas que auguran un año sin títulos para la entidad catalana.

No prometía el escenario previo un ambiente favorable para los locales. La hinchada rival hizo acto de presencia a golpe de avasalladoras multitudes. Hasta veinte mil aficionados alemanes vestidos de blanco lograron ocupar localidad en la grada del estadio, sin importar el sitio y consiguiendo incluso eclipsar con abucheos el himno del Barça. Imagen surrealista que es fruto de la venta de abonos de aquellos socios que prefirieron hacer caja antes que acudir al partido. Tampoco el club hizo lo posible por seducir al aficionado de siempre, eligiendo en su lugar la venta de entradas liberadas para los seguidores del Eintrach. Situación adversa que sin duda influyó en el rumbo de este duelo decisivo.

Con la desorientación encima salieron los jugadores del Barcelona al terreno de juego, que no sólo no debieron comprender lo que estaba ocurriendo, sino que además volvieron a verse tan superados futbolísticamente como en el partido de ida. Superada en todo momento por el empuje incesante de los alemanes, la zaga local tuvo en Eric García el punto flaco que ejemplificaba a la perfección la insuficiencia y el temor de su equipo. El central se mostró en todo momento incapaz de aguantar la arremetida de los atacantes germanos, y fue en una de esas cuando no tuvo más remedio que derribar a Lindstrom dentro del área. Penalti señalado por juego peligroso y gol en contra de Kostic a los tres minutos del pitido inicial.

Intentó el Barça hacer frente a esta adversidad tempranera tratando de resetear la dinámica defensiva, pero la baja de Gerard Piqué y la suplencia de Frenkie de Jong estaban siendo determinantes en el desarrollo de los acontecimientos. Se contagió de ausencias el espíritu azulgrana, acompañado además de un Araujo y un Mingueza muy erráticos en la contención. Tampoco la línea de mediocentro pudo estar a la altura, y es que las intentonas ofensivas de Pedri y de Gavi fueron borradas constantemente por el sistema de Oliver Glasner. Tan sólo los carriles por banda sirvieron de auxilio en algún momento al Barcelona, aunque con Dembelé en modo caótico es difícil ganar en profundidad y asistencias.

Poco peligro generaron los jugadores de Xavi Hernández en la primera mitad, prácticamente sin remates a puerta y dejando al guardameta Kevin Trapp casi sin trabajo. Del otro lado, un Entraich de Frankfurt que sobre todo en el último cuarto de hora de este tramo inicial sometió a los blaugranas a base de anticipación y contundencia en los contragolpes. Un trallazo del colombiano Rafael Borré en el minuto 35 desde fuera del área supuso el 0-2 en el marcador. De nada sirvió la estirada de Ter Stegen, que no estuvo fino ni en la velocidad ni en la reacción. Tuvo el tercero el cuadro alemán justo antes de irse al descanso, gracias al tesón de la dupla formada por Jakic y Knauff. Este último, tras ganarle la espalda a Jordi Alba, se sacó un remate de la chistera que acabó yéndose alto por muy poco. El resumen del panorama vivido no admitía lugar a dudas: posesiones improductivas del Barcelona y contraataques vertiginosos del Entraich.

El arranque de la segunda parte estuvo marcado por la espantada del público de la grada de animación local, que en un gesto de protesta por la invasión de espectadores germanos decidió abandonar su espacio durante diez minutos. La hinchada desertora tan sólo se perdió la ocasión de Aubameyang en el minuto 47; el gabonés estuvo impreciso al rematar con todo a favor en el segundo palo a pase de Dembelé. Respondieron con firmeza los alemanes, instalados de nuevo en las transiciones rápidas a partir de la línea de tres cuartos. Así volvió a quedarse Lindstrom solo frente a Ter Stegen, que supo resolver limpiamente el mano a mano. Fueron pasando los minutos al mismo tiempo que la defensa local seguía haciendo aguas, llena de pasividad y un tanto descoordinada. Aprovechó el escenario Kamada para colocar un balón exquisito dentro del área que enganchó con acierto una vez más Filip Kostic. El serbio ponía el tercero y lograba su particular doblete de la noche.

Hubo que esperar hasta el 90 para encontrar una reacción azulgrana, un propósito de rebeldía que maquillara un poco la debacle. Un zapatazo de Busquets desde fuera del área y un penalti lanzado por Memphis Depay en el minuto cien fijaron el 2-3 definitivo que dejaba al Fútbol Club Barcelona sin billete para las semifinales de la Europa League.

Written by Redacción NM

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