El máximo tribunal de Indonesia ha sido criticado por activistas de derechos humanos por rechazar una propuesta que buscaba el reconocimiento de ateos y no creyentes en sus documentos de identidad, en medio de advertencias de que podría perpetuar la discriminación y reducir la religión a una formalidad burocrática.
La decisión del Tribunal Constitucional, dictada el 3 de enero, confirmó una norma de larga data de que todos los ciudadanos indonesios deben incluir una fe en sus documentos oficiales o corren el riesgo de que se les nieguen servicios civiles esenciales como educación, atención médica y reconocimiento legal del matrimonio.
Indonesia reconoce oficialmente seis religiones, siendo el Islam la fe mayoritaria (seguida por más del 87 por ciento de los 280 millones de ciudadanos del país), seguida por el cristianismo, el catolicismo, el hinduismo, el budismo y el confucianismo. Sin embargo, la nación pluralista también alberga a devotos de creencias indígenas, agnósticos y ateos.
Dos ateos declarados, Raymond Kamil, residente en Yakarta, e Indra Syahputra, residente en Sumatra del Norte, habían solicitado al tribunal en octubre que permitiera la opción «no religioso» en los registros oficiales. También buscaron el reconocimiento legal de los matrimonios entre ateos y no creyentes, que durante mucho tiempo han luchado por registrar sus uniones.
Al rechazar la petición, el tribunal dictaminó que no seguir ninguna religión no podía considerarse una forma de libertad religiosa. El juez Arief Hidayat dijo que exigir que todos los indonesios adhirieran a una fe era “una restricción proporcional y no aplicada de manera opresiva y arbitraria”.