En Dearborn, Michigan, apodada la “capital de la América árabe”, los residentes se reunieron en una fiesta de vigilancia la noche de las elecciones para estar juntos en lugar de apoyar a Donald Trump o Kamala Harris. Las guerras de Israel en Gaza y el Líbano hicieron perder a los demócratas una base de votos árabe-estadounidenses que alguna vez fue leal, dejando a los partidos políticos y de vigilancia desprovistos de fuerza.
Fuente