El ejército estadounidense dijo que llevó a cabo ataques aéreos de precisión el sábado contra una instalación de almacenamiento de misiles y una instalación de comando y control operada por los hutíes respaldados por Irán en la capital de Yemen, Saná.
En una declaración, el Comando Central del ejército estadounidense dijo que los ataques tenían como objetivo «interrumpir y degradar las operaciones hutíes, como los ataques contra buques de guerra y buques mercantes de la marina estadounidense en el sur del Mar Rojo, Bab al-Mandeb y el Golfo de Adén».
El ejército estadounidense también dijo que había atacado múltiples drones hutíes unidireccionales y un misil de crucero antibuque sobre el Mar Rojo y que el ataque reflejaba su “compromiso continuo de proteger al personal estadounidense y de la coalición, a los socios regionales y al transporte marítimo internacional”.
El ataque del sábado siguió a un ataque similar la semana pasada por parte de aviones estadounidenses contra una instalación de mando y control operada por los hutíes, que controlan gran parte de Yemen.
El jueves, Israel lanzó ataques contra puertos e infraestructura energética en partes de Yemen controladas por los hutíes y amenazó con más ataques contra el grupo, que ha lanzado cientos de misiles contra Israel durante el año pasado.
El grupo respaldado por Irán en Yemen ha estado atacando barcos comerciales en el Mar Rojo durante más de un año para tratar de imponer un bloqueo naval a Israel, diciendo que están actuando en solidaridad con los palestinos en la guerra de un año de Israel en Gaza.
Los ataques contra el transporte marítimo por parte de los hutíes, que también han lanzado misiles contra Israel, han provocado ataques de represalia por parte de Estados Unidos y Gran Bretaña.
El ataque estadounidense a Saná se produjo el mismo día en que un misil hutí impactó en el centro comercial de Israel, Tel Aviv, hiriendo a 16 personas en el segundo ataque de ese tipo en días.
Estados Unidos está buscando apoyo global para otorgar a la ONU poderes más claros para interceptar barcos en el Mar Rojo que se dirijan a puertos de Yemen controlados por los hutíes, como parte de un intento concertado de debilitar al grupo respaldado por Irán, según el enviado especial de Estados Unidos.
También está considerando volver a designar a los hutíes como grupo terrorista, una medida que haría más difícil para las organizaciones humanitarias operar dentro de las partes de Yemen controladas por los hutíes.