Los legisladores en Washington están presentando dos proyectos de ley similares que buscan persuadir al gobierno de Georgia para que abandone una controvertida «ley rusa».
Los legisladores estadounidenses están tomando medidas para persuadir al gobierno de Georgia de que no adopte la controvertida «ley rusa».
La ley obliga a los medios y a las ONG a registrarse como «agentes extranjeros» si reciben más del 20% de su financiación en el extranjero.
Fue aprobada recientemente en Georgia, a pesar de las protestas masivas.
Las iniciativas estadounidenses propuestas se denominan «Movilización y mejora de las opciones de George para generar rendición de cuentas, resiliencia e independencia» (MEGOBARI) y Ley del Pueblo de Georgia.
Las leyes ofrecen liberalización de visas y oportunidades para profundizar las relaciones entre Estados Unidos y Georgia en varios sectores, pero sancionan a los responsables del posible retroceso democrático de Georgia.
Los críticos afirman que la ley, propuesta por el gobernante partido Sueño Georgiano, podría utilizarse para reprimir la libertad de prensa y las voces críticas.
Se utilizó una legislación similar adoptada en Rusia para reprimir la oposición al Kremlin.
El secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, anunció una restricción de visas contra funcionarios georgianos vinculada al controvertido proyecto de ley.
En respuesta, el partido Sueño Georgiano acusó a Estados Unidos de chantaje emocional.
En un comunicado publicado por el partido, afirmaron que el chantaje va en contra del espíritu de asociación que debe establecerse entre dos Estados soberanos.