El 26 de julio de 1952, Eva Perón falleció a los 33 años de edad luego de luchar durante meses contra el cáncer. Setenta años después de aquel suceso, los argentinos aún recuerdan con cariño a su “Evita”, quien se ha convertido en el símbolo eterno de la dignidad y el coraje de los humildes.
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Este martes, el presidente Alberto Fernández también recordó a Evita reconociendo «su convicción de seguir trabajando por el pueblo y con el pueblo».
“Sé que tomarás mi nombre y lo llevarás como bandera a la victoria”, dijo Evita, una mujer carismática recordada por sus apasionados discursos a favor de la clase obrera argentina y contra el imperialismo.
Eva María Duarte nació en la ciudad de Los Toldos, en la provincia de Buenos Aires, el 7 de mayo de 1919. Soñando con ser actriz, dejó su humilde hogar a los 16 años y se mudó a Buenos Aires. En la capital se desempeñó como locutora de radio y se convirtió en una de las fundadoras del Sindicato Radiofónico Argentino.
Aunque Evita logró formar parte de algunas obras de la Compañía Eva Franco, no fue el teatro lo que la inmortalizó. Se casó con Juan Perón, un coronel progresista que fue elegido presidente en 1946.
Como Primera Dama, Evita trabajó arduamente para obtener el reconocimiento del derecho de las mujeres a votar y ser elegidas para cargos públicos. Creó el Movimiento de Mujeres Peronistas, desde el cual luchó duramente contra las grandes corporaciones y las élites conservadoras.
Hoy celebramos el cumpleaños número 100 de «Evita» Perón. #EvaPerón era un líder para #Derechos de las mujeres y un #activista para los pobres. Fundó el primer partido político exclusivo de mujeres a gran escala del país y se la considera una figura clave para lograr el voto de las mujeres en #argentina. #Evita100Años pic.twitter.com/HuwJSBfISj
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7 de mayo de 2019
“Entre las clases populares, Evita se ha convertido en la heroína que defiende una legislación inédita para los trabajadores. Los más conservadores sienten por ella un odio visceral, en el que mezclan el desprecio de clase, el machismo y el miedo a su poder ilimitado”, recordó el medio La Vanguardia.
El statu quo argentino nunca perdonó a Evita su tenaz conciencia obrera y la convirtió en una enemiga a la que perseguir incluso después de muerta.
Tras el golpe de 1955, el cuerpo de Evita, que estaba siendo encapsulado en la Confederación General del Trabajo (CGT), fue secuestrado y desaparecido por militares.
Temían que si el cuerpo de Evita «caía en manos de la resistencia peronista, se desencadenaría una revuelta e incendiaría todo el país. Los golpistas estaban empeñados en desaparecer su cuerpo pero diferían en cómo hacerlo», explicó La Vanguardia. .
Algunos militares incluso propusieron quemar el cuerpo de Evita o tirarlo al mar para deshacerse del símbolo más poderoso levantado por los trabajadores argentinos.
«Tengo dos honores: el amor de mi pueblo y el odio de los oligarcas», dijo Eva Perón en uno de sus encendidos discursos en medio de miles de los que nada tienen, «Los Descamisados».
Recordando a Eva Perón, feminista y activista política argentina > https://t.co/1rm9Hnok7Q #MesDeLaHistoriaDeLaMujer pic.twitter.com/x4OVzUWUri
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10 de marzo de 2016