El ejército de Myanmar derrocó del poder a la líder civil Aung San Suu Kyi en un golpe de estado en febrero de 2021, lo que desencadenó un levantamiento masivo en el que cientos de miles de personas protestaron diariamente por el retorno a la democracia.
El equipo de Myanmar llegó a Japón para su partido de mayo de 2021 sin varios jugadores que habían boicoteado el viaje contra la junta.
Alrededor de 70 manifestantes se reunieron frente al estadio antes del inicio del partido, portando fotografías de Aung San Suu Kyi y ondeando banderas del levantamiento del país de 1988.
Pyae Lyan Aung fue suplente y las cámaras de televisión lo captaron haciendo el saludo inspirado en los Juegos del Hambre en el banquillo.
Dice que sus compañeros de equipo habían decidido, antes de abandonar Myanmar, que todos adoptarían una postura conjunta.
Pero cuando los directivos del equipo les advirtieron que no lo hicieran en los días previos al partido, empezaron a dudar.
«Ese día cuando estábamos almorzando les pregunté a mis compañeros quién lo iba a hacer pero todos habían empezado a ir por su lado», dijo.
«Dijeron que las cosas podrían ser malas para ellos y sus familias cuando regresaran a casa, así que decidieron no hacerlo».
«Pero incluso si nadie más iba a hacerlo, yo había decidido hacerlo yo mismo».
VIDA EN JAPÓN
Japón concedió a Pyae Lyan Aung el estatus de refugiado tres meses después del partido y el equipo local Yokohama SCC le ofreció un contrato profesional de un año para jugar fútbol sala (una versión del fútbol sala).
Pero luchó por adaptarse a la vida en Japón y le resultó difícil lidiar con las noticias del empeoramiento de la situación en casa.
Jugó sólo un partido con el Yokohama, rescindió su contrato después de tres meses y abandonó el fútbol profesional.