El viceministro de Energía de Ghana, Collins Adomako-Mensah, dijo el lunes que los proyectos energéticos en África occidental enfrentan desafíos críticos, en particular las amenazas planteadas por la inseguridad y los problemas de gobernanza.
En su intervención durante el Foro de Inversión inaugural de la Asociación Acelerada para Energías Renovables en África (APRA) en Nairobi, Kenia, Adomako-Mensah enfatizó que si bien existe un objetivo regional para promover la energía renovable y fomentar la integración, la inestabilidad sigue siendo una barrera importante para el progreso.
Citó las amenazas al gasoducto de África Occidental, que va desde Nigeria a través de varios países, como un ejemplo de cómo los proyectos energéticos regionales son cada vez más vulnerables a las amenazas a la seguridad.
“Incluso en Ghana hemos tenido casos de manipulación de tuberías. Ampliar el oleoducto a Marruecos introduce más riesgos, dada la inestabilidad en algunas partes de la región”, advirtió.
Instó a los líderes regionales a adoptar tecnologías avanzadas, como sensores de monitoreo, y mejorar la cooperación transfronteriza para asegurar la infraestructura crítica.
Adomako-Mensah también destacó que la estabilidad política es esencial para la integración regional, argumentando que “la paz y la buena gobernanza no son negociables para atraer inversiones”.
Elogió el entorno político de Ghana por dar ejemplo y citó transiciones de poder fluidas como esenciales para generar confianza en los inversores.
«Necesitamos fomentar los valores democráticos en toda África, como hemos visto en las recientes elecciones en Liberia, para reducir la inestabilidad», añadió.
Al abordar los desafíos económicos relacionados con el desarrollo energético, Adomako-Mensah reconoció que si bien la energía renovable ofrece ahorros a largo plazo, los altos costos iniciales siguen siendo un obstáculo importante.
Explicó que países como Ghana históricamente han dependido de la energía hidroeléctrica pero luego incorporaron plantas térmicas alimentadas por combustibles líquidos y gas.
Aunque el gas es más asequible que el combustible líquido, enfatizó que la energía solar tiene un mayor potencial, si los países pueden superar las barreras financieras para su adopción.
Adomako-Mensah también advirtió contra una transición apresurada para abandonar los combustibles fósiles.
«Un cambio repentino no es realista ni aconsejable», afirmó, señalando la capacidad instalada de Ghana, que todavía depende en gran medida de los recursos fósiles. «Países como Nigeria, cuyas economías dependen de las exportaciones de combustibles fósiles, necesitan apoyo financiero de los principales emisores, como Estados Unidos, para construir gradualmente infraestructuras renovables». Sostuvo que es necesario un plan de transición equilibrado para garantizar la estabilidad económica y al mismo tiempo perseguir objetivos energéticos sostenibles.
Adomako-Mensah señaló que la integración regional es clave para acelerar la adopción de energías renovables.
Citó como ejemplo el actual programa de energía nuclear de Ghana, sugiriendo que países vecinos como Costa de Marfil podrían colaborar para compartir recursos energéticos en lugar de construir plantas separadas.
También destacó la importancia del Gasoducto de África Occidental, que beneficia a múltiples países pero enfrenta desafíos operativos cada vez que ocurren interrupciones.
«Debemos centrarnos en tres áreas críticas: adopción de tecnología, fortalecimiento de la seguridad y promoción de la buena gobernanza», dijo.