Líbano se hundió más en la crisis el miércoles cuando Hezbolá y sus aliados frustraron un intento de sus rivales de elegir a un alto funcionario del FMI como presidente, agudizando las tensiones sectarias y subrayando las escasas esperanzas de revivir el estado en ruinas.
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Cuatro años después de que Líbano se sumergiera en una crisis financiera que marca su peor crisis desde la guerra civil de 1975-1990, el parlamento fracasó por duodécima vez en elegir a alguien para ocupar el puesto reservado para un cristiano maronita bajo el sistema sectario del país.
Los legisladores del grupo chiíta armado respaldado por Irán Hezbolá y sus aliados, incluido el Movimiento chiíta Amal, se retiraron de la sesión para obstruir un intento de los principales partidos cristianos de elegir a un funcionario del FMI. Yihad Azour.
El enfrentamiento ha abierto una brecha sectaria, con uno de los principales aliados cristianos de Hezbolá. – Gebran Bassil – alineándose detrás de la candidatura para elegir a Azour, junto con facciones cristianas anti-Hezbolá.
Azour, director del FMI para Medio Oriente y exministro de finanzas, obtuvo el apoyo de 59 de los 128 legisladores del parlamento en una votación inicial, menos de los dos tercios necesarios para ganar en la primera vuelta. Suleiman Frangieh, respaldado por Hezbollah y sus aliados, obtuvo 51 votos.
Hezbollah y sus aliados luego se retiraron, negando el quórum de dos tercios requerido para una segunda ronda de votación en la que un candidato puede ganar con el apoyo de 65 legisladores.
Deja a Líbano sin perspectivas inmediatas de ocupar la presidencia, que ha estado vacante desde que terminó el mandato del presidente aliado de Hezbolá, Michel Aoun, en octubre.
Hezbolá, que dice que está ejerciendo sus derechos constitucionales, respalda a su cercano aliado cristiano Frangieh, amigo del presidente sirio Bashar al-Assad, quien apoya firmemente el derecho de Hezbolá a poseer armas.
Hezbollah, que está designado como grupo terrorista por Estados Unidos, ha desatado una retórica feroz en su campaña contra Azour, calificándolo como un candidato de confrontación.
El muftí chiíta del Líbano Sheikh Ahmad Qabalan intensificó los ataques del domingo contra Azour sin nombrarlo, acusándolo de estar respaldado por Israel y diciendo que «no se permitirá un presidente con sello estadounidense».
Azour, de 57 años, ha dicho que quiere construir la unidad nacional e implementar reformas en un país sumido en su crisis más profunda desde la guerra civil de 1975-1990.
Azour se desempeñó como ministro de Finanzas de 2005 a 2008, un período de conflicto político que enfrentó a un gobierno respaldado por Occidente y Arabia Saudita contra opositores alineados con Damasco y encabezados por Hezbolá.
También contó con el apoyo de la principal facción drusa del Líbano, el Partido Socialista Progresista dirigido por la familia Jumblatt, y algunos legisladores sunitas.
(Reuters)