El fiscal especial estadounidense cita el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca, una política de larga data de no procesar a los presidentes en ejercicio.
El fiscal especial de los Estados Unidos, Jack Smith, pidió a un juez que desestime un caso federal que acusa al presidente electo Donald Trump de intentar revertir su derrota electoral de 2020.
En un expediente judicial presentado el lunes, los fiscales estadounidenses citaron el regreso de Trump a la Casa Blanca en enero después de su exitosa campaña de reelección de 2024 y una política de larga data del Departamento de Justicia de no procesar a los presidentes en ejercicio.
Dijeron que el departamento había razonado que el “procesamiento de Trump debe ser desestimado” antes de su toma de posesión el 20 de enero del próximo año.
“La posición del Departamento de Justicia ha sido durante mucho tiempo que la Constitución de los Estados Unidos prohíbe la acusación federal y el posterior procesamiento penal de un presidente en ejercicio”, se lee en el documento.
«Esa prohibición es categórica y no depende de la gravedad de los delitos imputados, de la solidez de las pruebas del Gobierno ni de los méritos de la acusación, que el Gobierno respalda plenamente», continúa.
La medida representa un cambio notable por parte del fiscal especial, que obtuvo acusaciones contra Trump en dos casos acusándolo de crímenes que amenazaban la integridad electoral y la seguridad nacional de Estados Unidos.
Este último caso se refiere al presunto mal manejo de documentos secretos del gobierno.
Por otra parte, el lunes, los fiscales también anunciaron que retirarían su apelación de la desestimación de un juez federal a principios de este año del caso de documentos clasificados, lo que supuso otra victoria para Trump y su administración entrante.
‘Gran victoria’
En el caso de interferencia electoral, el republicano fue acusado de conspirar para anular los resultados de las elecciones presidenciales de 2020, que perdió ante el presidente demócrata Joe Biden.
Esos esfuerzos culminaron con el asalto del 6 de enero de 2021 al edificio del Capitolio de Estados Unidos en Washington, DC, por parte de una turba de partidarios de Trump que buscaban impedir que el Congreso certificara la victoria de Biden.
El caso electoral alguna vez fue visto como una de las amenazas legales más graves contra Trump mientras competía por recuperar la Casa Blanca.
Trump, que derrotó a la vicepresidenta demócrata Kamala Harris en las elecciones del 5 de noviembre, había argumentado que era víctima de “persecución” política y el año pasado se declaró inocente de cuatro cargos federales en el caso.
Se espera que destituya a Smith, quien presentó los cargos, cuando asuma el cargo el próximo año.
El lunes, el equipo de Trump elogió la decisión de los fiscales estadounidenses de abandonar el caso como una “gran victoria”.
«La decisión de hoy del Departamento de Justicia pone fin a los casos federales inconstitucionales contra el presidente Trump y es una gran victoria para el Estado de derecho», dijo su director de comunicaciones, Steven Cheung, en un comunicado.
La política del Departamento de Justicia invocada en el expediente judicial del lunes se remonta a la década de 1970.
Sostiene que un procesamiento penal de un presidente en ejercicio violaría la Constitución de Estados Unidos al socavar la capacidad de funcionamiento del jefe ejecutivo del país.
La jueza de distrito estadounidense Tanya Chutkan, que supervisa el caso, debe aprobar la solicitud de los fiscales.