Para muchos en Nueva Delhi, una de las ciudades más contaminadas del mundo, Lodhi Garden es un escape en el corazón de la capital de la India. Los visitantes habituales del parque dicen que no dejarán que los crecientes niveles de contaminación los desanimen, incluso si tienen que modificar su rutina debido al smog.
El parque es uno de los cientos que salpican la ciudad. Quienes lo aman dicen que lo que lo hace especial es una combinación de naturaleza y otros visitantes: nunca te sientes solo, incluso cuando estás solo.
Para otros, es la nostalgia de tiempos pasados. Generaciones de una misma familia han recorrido el sendero que rodea el parque: un hábito transmitido de generación en generación, un hábito que se ha convertido en una tradición.
Un día cualquiera, los burócratas jubilados caminan en grupos discutiendo sobre política. Los practicantes de yoga se reúnen para tomar su dosis de bienestar y un aspirante a corredor de maratón pasa rápidamente. Las parejas jóvenes buscan privacidad detrás de los árboles, mientras que las de mayor edad se toman abiertamente de la mano. Los fines de semana, los jardines del parque están repletos de excursionistas.
Pero cuando un manto tóxico de smog envolvió la ciudad este mes y la calidad del aire de Nueva Delhi cayó oficialmente en la categoría «severa», algunos de los visitantes habituales del parque compartieron cómo esto ha afectado su rutina diaria.