Ludvig Aberg nunca ha jugado en un Open Championship, pero rápidamente se ha establecido como uno de los principales contendientes para ganar en el Royal Troon Golf Club en su debut en el torneo.
Aberg ha superado con creces todos los tests en su primera temporada completa en el PGA Tour. El jugador de 24 años ha conseguido diez resultados entre los 25 primeros y seis entre los 10 primeros en 14 salidas esta temporada. Su único corte fallido fue en el Campeonato de la PGA, cuando luchaba contra una lesión de rodilla mientras usaba un aparato ortopédico incómodo.
Es difícil encontrar una debilidad en el juego de Aberg, ya que está ganando golpes en las cuatro categorías principales de la temporada. Ocupa el tercer puesto en el PGA Tour esta temporada en total de golpes de drive, el noveno en golpes ganados en approach, el 14º en scrambling y el 12º en promedio de puntuación. El mago de los golpes de bola ha ganado golpes desde el tee y en approach en ocho salidas consecutivas.
La parte más impresionante de la temporada 2024 de Aberg fue su segundo puesto en el Masters en su primera participación en el Augusta National Golf Club. Augusta National es conocido por ser duro con los novatos debido a su intrincado trazado y sus onduladas pendientes, pero Aberg no es el típico novato.
A Aberg solo le quedaba una prueba por superar: ¿su juego se traslada a los campos de golf links escoceses? Después de dos rondas del Genesis Scottish Open, la respuesta es un rotundo sí.
Aberg lidera actualmente el torneo por un golpe con 12 bajo par. Ha estado brillante en todos los aspectos del juego en The Renaissance Club, ocupando el segundo puesto en golpes ganados desde el tee hasta el green y el sexto en putts por green en regulación. Ha acertado 18 de 26 fairways y 31 de 36 greens en dos rondas.
Aberg ha cometido sólo dos bogeys en 36 hoyos, y uno de ellos se produjo después de que su tiro de aproximación golpeara una bola que estaba en el green y rebotara en la superficie del putting. Estaría 13 o 14 bajo par si no hubiera sido por ese desafortunado golpe.
¡Qué mala suerte!