El panorama político estable de Malasia y su apertura a interactuar con China y Estados Unidos en medio de la actual competencia entre superpotencias han convertido al país en un fuerte destino de inversión, afirmó su ministro de Comercio.
Malasia tenía una “política muy abierta” y seguía “involucrando a todos los países”, dijo Tengku Zafrul Aziz el jueves, señalando también que esto fomentaría el crecimiento, particularmente en su competitiva industria de semiconductores.
“Tenemos que, como país abierto, navegar [this superpower competition] “Porque estos son los dos socios económicos, comerciales y de inversión más fuertes para Malasia y para la región”, dijo, hablando en un evento organizado por la Cámara de Comercio de Malasia en Hong Kong.
Ante la creciente rivalidad entre Estados Unidos y China, muchas empresas tecnológicas han buscado diversificar sus cadenas de suministro para reducir los riesgos geopolíticos. Malasia, entre otras naciones del sudeste asiático, ha resultado beneficiaria, al introducir políticas para atraer inversiones y consolidar su posición como el sexto mayor exportador de chips del mundo.
A principios de este año, el primer ministro Anwar Ibrahim dijo que Malasia era la mejor apuesta de la industria mundial de semiconductores como «ubicación neutral y no alineada» para hacer negocios para los fabricantes de chips que buscan refugio de la cada vez más tensa guerra tecnológica entre Estados Unidos y China.