Martin Scorsese puede presumir de ser muchas cosas al cumplir hoy 81 años. Las hazañas van desde un cineasta ganador del Premio de la Academia hasta un influencer de TikTok, gracias a su hija Francesca Scorsese, de 24 años. En una nueva entrevista con Los Ángeles Times, Martin reveló que en realidad no sabía que los videos de TikTok que su hija le hizo hacer se publicarían en línea, y mucho menos se volverían virales. (Lea también: Entrevista a Martin Scorsese: ‘El éxito de Barbie y Oppenheimer ofrece esperanza para que surja un cine diferente’)
Lo que dijo Martin Scorsese
Martin confesó que su hija lo “engañó” para que hiciera TikToks. “Ella dice: ‘Todo el mundo lo está haciendo’. Es algo llamado TikTok.’ ‘Está bien. Está bien.’ Quiero decir, lo que hicimos con el perro, eso se sabía», dijo Scorsese, refiriéndose al video viral de TikTok donde se le ve eligiendo a su perro Oscar como su nueva musa después de décadas de trabajar con actores ganadores de premios de la Academia como Robert De Niro. y Leonardo DiCaprio.
“Lo estaba haciendo en la otra habitación con ella. No sé qué van a hacer. Siempre tienen esas cámaras de iPhone en sus manos. No eres consciente. Sinceramente, no sabía que ella iba a publicarlo», dijo Martin, refiriéndose a otro vídeo viral de TikTok, donde se le ve eligiendo sus películas favoritas.
Martin también dijo que, si bien desconoce el alcance y la influencia de sus videos de TikTok en la Generación Z, puede ver que Francesca tiene “buen ojo”. Francesca también es una actriz y escritora en ciernes.
La última película de Martín.
Martin ha dirigido un drama de época en Killers of the Flower Moon, una adaptación del libro de David Grann Killers of the Flower Moon: The Osage Murders and the Birth of the FBI. Está protagonizada por sus musas Leonardo y Robert, junto a Lily Gladstone, Jesse Plemons y Brendan Fraser.
La reseña de la película del Hindustan Times decía: “Scorsese logra hacer suya la novela de David Grann. Su adaptación se toma su tiempo para desplegarse, centímetro a centímetro, pero nunca se siente indulgente o simbólica. Cuando el cineasta aparece al final para narrar la última página del libro, sus ojos húmedos dicen mucho de una epopeya construida minuciosamente y ejecutada de manera evocadora”.