Las empresas más grandes de Australia gastaron millones en hacer campaña para que la Voz Indígena llegue al Parlamento, según revelan nuevas cifras.
Los cuatro grandes bancos, las grandes mineras como Rio Tinto, BHP y Woodside y los gigantes minoristas Wesfarmers y Woolworths invirtieron más de 1 millón de dólares cada uno en la iniciativa para que La Voz fuera consagrada en la Constitución en el referéndum del año pasado.
Encabezando la lista de donantes corporativos estaba ANZ, que aportó más de 2,2 millones de dólares a la campaña Yes23, pero Commonwealth Bank, Wesfarmers, Rio Tinto, BHP y Woodside también aportaron al menos 2 millones de dólares cada uno.
El activista del Sí, Thomas Mayo, aparece en la foto con la presentadora de SBS, Karla Grant, durante el período previo al referéndum de Voice.
El Commonwealth Bank invirtió más de 2 millones de dólares en la campaña por el Sí, según nuevas cifras de la Comisión Electoral Australiana
Westpac y NAB donaron 1,4 millones y 1,3 millones de dólares respectivamente, mientras que Woolworths aportó 1,2 millones de dólares, según cifras publicadas por la Comisión Electoral de Australia.
Todas las donaciones de 1 millón de dólares o más se destinaron a la campaña por el Sí en el período previo al referéndum del 14 de octubre, y la suma más grande provino de la Fundación Paul Ramsay, una organización sin fines de lucro, que donó más de 7 millones de dólares.
El siguiente donante más importante del Sí fue Yajilarra Trust, que aportó más de 4,4 millones de dólares.
Wesfarmers, que quedó justo detrás de ANZ y CBA en la cantidad que donó, posee Bunnings, Kmart y Officeworks, entre otras empresas.