El dúo Musk-Ramaswamy se está preparando para uno de los proyectos de reforma más ambiciosos en la historia política de Estados Unidos. Nombrado para la propuesta del presidente electo Donald Trump Departamento de Eficiencia Gubernamentalsu misión es reformar el gobierno, hacerlo más pequeño, racionalizar la burocracia y, en última instancia, transformar la forma en que opera Estados Unidos. Es una gran visión para abordar algunos de los problemas más arraigados del país.
Podría haber una o dos lecciones que aprender de la rica historia de reformadores de China. Desde Shang Yang (390-338 a. C.), cuyas reformas legales y económicas allanaron el camino para una dinastía Qin unificada, hasta Wang Anshi (1021-1086) de la dinastía Song, cuyas Nuevas Políticas famoso fracasoy Zhang Juzheng (1525-1582), cuyas reformas tributarias, aunque impopulares, ayudaron a la dinastía Ming a alcanzar su apogeo, la tradición reformista de China ha sido moldeada por ideas poderosas y resistencia institucional.
Más recientemente, bajo el líder supremo Deng Xiao Ping en la década de 1980 y primer ministro Zhu Rong Ji A finales de la década de 1990, China emprendió dos de los movimientos reformistas más importantes de su historia moderna.
Si bien Deng equiparó su plan para reducir el tamaño del gobierno a una revolución, sus reformas principalmente reescribieron reglas económicas. Se abrieron los mercados a los inversores extranjeros, zonas económicas especiales Se crearon y la agricultura colectiva dio paso a la agricultura familiar. No es que no se ocupara de la burocracia y los funcionarios desmesurados: los viejos cuadros fueron retirados en masa y puestos en “comités asesores”, y en poco más de dos años, recortó el ejército en un millón de tropasa pesar de un conflicto fronterizo con Vietnam.
Pero fueron las reformas de Zhu de 1993-2002 las que son más comparables al proyecto estadounidense imaginado por el director ejecutivo de Tesla, Elon Musk, y el ex candidato presidencial republicano, Vivek Ramaswamy.
Zhu reestructurado masivamente El gobierno de China y la relación Estado-economía. En la primera ronda de reestructuración, las agencias del gobierno central se redujeron de 86 a 59, ya que los empleados en la nómina del gobierno cayeron un 20 por ciento. La segunda ronda, de 1998 a 2002, fue aún más radical: se eliminaron 15 ministerios y se eliminaron 1,15 millones de puestos de la nómina gubernamental. Decenas de miles de empresas estatales cerraron sus puertas o fueron privatizadas y millones fueron despedidos.