A pesar de la distancia geográfica que separa a China de África, la amistad entre ambos países tiene una historia profunda y duradera. Desde la fundación de la República Popular China, China ha brindado un amplio apoyo a los países africanos. El ferrocarril Tanzania-Zambia, construido a principios de los años 70, es un ejemplo significativo de esta cooperación temprana, un proyecto en el que mi padre participó con orgullo.
Con el paso de los años, la colaboración entre China y África ha ido más allá de la infraestructura y se ha centrado en apoyar a los países africanos que trabajan para alcanzar sus objetivos nacionales de desarrollo. El enfoque se ha ampliado al desarrollo sostenible y de alta calidad, incluidos los programas ecológicos.
Desde 2021, China ha participado en más de 120 proyectos climáticos en África. Además, para garantizar la ejecución continua de estos programas, a finales de 2019 China había desplegado fuerzas de mantenimiento de la paz u observadores en al menos cuatro regiones africanas, lo que refleja un compromiso con la estabilidad y el crecimiento del continente.