El miércoles, el Instituto Brasileño del Medio Ambiente (IBAMA) negó la licencia ambiental solicitada por la empresa estatal Petrobras para explorar campos de crudo en la desembocadura del río Amazonas.
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La licencia era la única autorización que le faltaba a Petrobras para comenzar a perforar en el «Margen Ecuatorial», una cuenca marina en el Océano Atlántico en la que existirían grandes depósitos de hidrocarburos.
«Petrobras tuvo todas las oportunidades para modificar aspectos críticos de su proyecto, que aún presenta inconsistencias preocupantes relacionadas con las consecuencias socioambientales de la operación petrolera en la nueva frontera exploratoria», dijo el presidente del IBAMA, Rodrigo Agostinho.
Su decisión estuvo acompañada de un informe técnico que mostraba la necesidad de realizar una Evaluación Ambiental de la Zona Sedimentaria, que permitiría identificar las áreas afectadas por la explotación de crudo y gas. Esta evaluación, sin embargo, nunca se ha realizado.
Producto energético.
El regulador ambiental de Brasil se negó a otorgar una licencia para un controvertido proyecto de perforación de petróleo en alta mar cerca de la desembocadura del río Amazonas.
Actualmente #WTI a $72.624 -0.27% y #Brent $76.709 -0.33%. pic.twitter.com/jgp7YJVMd8— Arthur Benta (@ArthurBenta)
18 de mayo de 2023
Agostinho explicó que la desembocadura del Amazonas es considerada una región de «extrema sensibilidad socioambiental» porque alberga reservas ambientales, territorios indígenas, manglares, arrecifes de coral y especies marinas en peligro de extinción, como delfines grises y manatíes.
El Margen Ecuatorial Brasileño es una región de aguas profundas del Atlántico donde Guyana y Surinam ya han descubierto reservas con hasta 13 mil millones de barriles de crudo.
La ministra de Medio Ambiente, Marina Silva, dijo que en lugar de buscar nuevas fronteras de exploración, Petrobras debería comenzar a pensar en una transición energética, especialmente en un momento en que el cambio climático se ha convertido en una prioridad mundial.
Esta posición marca una clara diferencia en la política pública entre el presidente Lula da Silva y la administración de Jair Bolsonaro, quien defendió el otorgamiento de permisos de explotación petrolera en áreas ambientalmente sensibles.
#Brasil | La deforestación en la Amazonía durante el gobierno del presidente saliente Jair Bolsonaro, que comenzó en 2019 y terminará en ocho días, aumentó en un 94 por ciento, en comparación con años anteriores a su gestión. pic.twitter.com/xPu5jN6uhD
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23 de diciembre de 2022