El presidente Vladimir Putin ordenó el lunes a las fuerzas armadas rusas que actuaran como fuerzas de paz en dos regiones separatistas de Ucrania, apenas unas horas después de reconocerlas como independientes.
En dos decretos oficiales, Putin instruyó al Ministerio de Defensa para que asumiera «la función de mantenimiento de la paz» en las regiones de Donetsk y Lugansk.
Moscú no proporcionó detalles ni fecha para ningún despliegue, y la orden solo dice que «entra en vigor desde el día en que se firmó».
Rusia ha trasladado en los últimos meses a decenas de miles de soldados a regiones cercanas a las fronteras de Ucrania, y Occidente dice que Moscú planea utilizarlos para un ataque en cualquier momento.
El reconocimiento de Putin de las repúblicas separatistas como independientes efectivamente entierra un frágil acuerdo de paz que regula el conflicto en el este de Ucrania y abre la puerta a las actividades militares rusas en el país.
En el mismo documento, Putin también ordenó a su Ministerio de Relaciones Exteriores «establecer relaciones diplomáticas» con las «repúblicas».
Más temprano el lunes, el líder ruso exigió que Kiev detuviera todas sus operaciones militares contra los rebeldes pro-Moscú en el este de Ucrania, o enfrentaría más derramamiento de sangre.
Putin reconoció el lunes a las repúblicas separatistas de Donetsk y Lugansk, a pesar de que los países occidentales le advirtieron repetidamente que no lo hiciera y amenazaron a Moscú con sanciones.