Las autoridades que investigan la muerte de al menos 60 personas en el noroeste de la República Democrática del Congo sospechan que la fuente de agua en una de las áreas puede haber sido contaminada, dijo el viernes la Organización Mundial de la Salud. Pero la agencia dijo que es demasiado pronto para una conclusión definitiva.
Los médicos están investigando más de 1,000 enfermedades que han surgido desde finales de enero en cinco aldeas en la provincia igual de Congo, donde las altas tasas de malaria tienen esfuerzos complicados para diagnosticar los casos y donde los funcionarios han dicho que hasta ahora no han podido confirmar la causa principal.
El jefe de emergencias de la OMS, el Dr. Michael Ryan, dijo durante una sesión informativa en línea el viernes que para una de las aldeas hay «un nivel muy fuerte de sospecha … relacionado con el envenenamiento de una fuente de agua».
Ryan no aclaró si se refería a la contaminación por accidente, negligencia o acción deliberada. Tampoco identificó el pueblo donde se sospechaba el envenenamiento.
«No dejaremos de investigar hasta que estemos seguros de que la verdadera causa o la causa absoluta de lo que está ocurriendo aquí se investiga por completo», dijo Ryan.
Las enfermedades se detectaron por primera vez a fines de enero en el pueblo de Boloko después de que tres niños comieron un bate y murieron en 48 horas.
Doce casos y ocho muertes en total se han registrado en Boloko, sin nuevos casos registrados desde enero, dicen los funcionarios, y agregó que casi la mitad de las muertes allí ocurrieron pocas horas después del inicio de los síntomas.
El pueblo de Bomate en la zona de salud de Basankusu, a unos 200 kilómetros de Boloko, ha sido más afectado: el 98% de los casos y el 86% de las muertes han sido registradas allí, dicen los funcionarios de salud.
Quien dijo el jueves que cientos de pacientes han dado positivo por la malaria, lo cual es común en la región. Además de los síntomas comunes de la malaria, como la fiebre y el dolor corporal, los pacientes también han mostrado síntomas como escalofríos, sudoración, cuello rígido, secreción nasal o nariz sangrante, tos, vómitos y diarrea.
La crisis de la salud ha causado miedo entre los residentes, algunos de los cuales han dicho que huyeron de las aldeas para evitar enfermarse.
Los expertos dicen que el acceso a los enfermos ha sido obstaculizado por las ubicaciones remotas de las aldeas afectadas y que varias personas murieron antes de que los equipos médicos pudieran alcanzarlos.