(NewsNation) — Tras la renuncia de la presidenta de la Universidad de Columbia, Minouche Shafik, el miércoles tras intensas críticas por su manejo de las protestas palestinas en el campus, se anunció que Katrina Armstrong ocupará su lugar.
Armstrong llegó a Columbia en 2022 como directora ejecutiva del Centro Médico Irving de la Universidad de Columbia. También se desempeña como vicepresidenta ejecutiva de Ciencias Biomédicas y de la Salud en la universidad.
De acuerdo a El sitio web de Columbia, Armstrong recibió abSe licenció en arquitectura en la Universidad de Yale, donde también estudió medicina. Después de graduarse, pasó un año en los Institutos Nacionales de Salud en un laboratorio estudiando diabetes y enfermedades oculares y luego comenzó la carrera de medicina en la Universidad Johns Hopkins.
Armstrong se trasladó a la Universidad de Pensilvania después de eso, donde obtuvo una maestría en epidemiología clínica y se unió al cuerpo docente de la Facultad de Medicina. Más tarde se convirtió en la primera médica jefa del Hospital General de Massachusetts y fue contratada por Harvard para dirigir su departamento de medicina.
Como médico jefe, Armstrong presidió la respuesta del Hospital General de Massachusetts al atentado con bomba en el maratón de Boston.
«Katrina aporta un conjunto de habilidades verdaderamente excepcionales a nuestra Universidad y a nuestros desafíos actuales», David Greenwald y Claire Shipman, copresidentes del consejo de administración de la Universidad de Columbia, «Es una líder médica que se preocupa profundamente por la comunidad y la sociedad: una científica y una humanista».
Lo que dijo Armstrong sobre el futuro de Columbia
En lo que respecta a las protestas en el campus y la respuesta de la universidad a ellas, Armstrong ha hecho declaraciones llamando a la empatía y al respeto y también su apoyo a la libertad de expresión. En estas declaraciones, ha rechazado el lenguaje de odio y los llamamientos a la violencia.
«Al asumir este cargo, soy plenamente consciente de las dificultades que ha afrontado la Universidad durante el último año. No debemos subestimar su importancia ni permitir que definan quiénes somos y en qué nos convertiremos». dijo en una carta a la comunidad de Columbia el miércoles.
«La emoción y la promesa familiares de un nuevo año académico se ven influenciadas este año por la presencia de cambios y preocupaciones constantes, pero también por la inmensa oportunidad de mirar hacia adelante, de unirnos en la loable misión que estamos aquí para servir y de convertirnos en nuestra mejor versión individual e institucional».