El martes, el presidente Joe Biden prorrogó por un año más la «Declaración de Emergencia Nacional» que su país mantiene contra Venezuela desde 2015.
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A través de una Orden Ejecutiva emitida por el entonces presidente Barack Obama, esta declaración asevera que el país sudamericano «representa una amenaza inusual y extraordinaria para la seguridad nacional y la política exterior de Estados Unidos».
La continua extensión del decreto de 2015 ha permitido a Washington continuar con un bloqueo contra Venezuela, ejercido mediante cientos de sanciones arbitrarias y unilaterales.
MADURO: «Ni las sanciones ni la violencia nos detendrán… diga lo que diga el imperio estadounidense, en Venezuela mandamos los venezolanos». pic.twitter.com/qUoK27UBCw
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1 de febrero de 2024
En respuesta a la renovación de la orden ejecutiva de Obama y las injustas sanciones que la acompañan, el Ministro de Asuntos Exteriores de Venezuela, Yvan Gil, emitió la siguiente declaración:
«El Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela rechaza con vehemencia la renovación de la orden ejecutiva que desde 2015 ha sido utilizada para justificar una sostenida campaña de agresión contra el pueblo venezolano, violando todas las normas del derecho internacional, constituyendo un caso de castigo colectivo.
Con esta acción innecesaria, absurda y hostil, se demuestra que el decadente liderazgo de Estados Unidos no es capaz de diseñar una política exterior coherente que no se base en la coerción, el chantaje o la falta de respeto.
Habiendo tenido la oportunidad de corregir errores e injusticias del pasado que han afectado incluso sus propios intereses, la Casa Blanca opta por seguir aplicando su terrorismo económico a través de sus más de 930 medidas contra nuestro país.
Estados Unidos es ahora rehén de sus propias políticas de agresión. La crisis migratoria, que preocupa a tantos operadores políticos, no es más que una consecuencia directa e inmediata de sus medidas coercitivas y bloqueos.
Por otro lado, no se puede esperar otra cosa de un gobierno que normaliza y trivializa el genocidio contra el pueblo palestino o que muestra indiferencia ante la progresiva pérdida de derechos civiles de sus minorías.
El pueblo venezolano no se ha doblegado ante estas agresiones ni lo hará jamás. Su moral, conciencia y constancia son la base sólida sobre la que continúan construyendo victorias. No importa lo que haga Estados Unidos, Venezuela es un país decidido a ser libre y prevalecerá».
Los presidentes de Venezuela, Nicolás Maduro y Guyana, Irfaan Ali sostuvieron un emotivo encuentro en el que intercambiaron regalos, en el marco de esta VIII Cumbre de la CELAC que se celebra en San Vicente y las Granadinas#CumbreCELAC #SVG #Venezuela #NicolásMaduro pic.twitter.com/7GSlvS5UfY
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1 de marzo de 2024