Por Kimberly Hayek
La NASA está reduciendo su inversión en la asediada nave espacial Starliner de Boeing, anunciando el lunes que reducirá el número de misiones de astronautas y optando por hacer que el próximo viaje a la Estación Espacial Internacional (ISS) sea sin tripulación.
El acuerdo original de Boeing por 4.500 millones de dólares, parte del Programa de Tripulación Comercial de la NASA, implicaba seis vuelos operativos que llevarían astronautas hacia y desde la ISS una vez certificados.
La NASA lo ha reducido a cuatro vuelos, tres con tripulación y uno sin tripulación, previstos para abril de 2026. El nuevo acuerdo incluye dos vuelos adicionales opcionales.
La revisión reduce el valor del contrato en 768 millones de dólares para un nuevo total de 3.732 millones de dólares, según un portavoz de la NASA. La NASA ha gastado más de 2.200 millones de dólares.
La NASA seleccionó tanto a Boeing como a SpaceX para construir naves espaciales para viajes a la ISS en 2014. Dragon de SpaceX hizo su debut con tripulación en 2020. Mientras tanto, Starliner todavía enfrenta obstáculos de ingeniería y costos vertiginosos.
«La seguridad sigue siendo nuestra máxima prioridad mientras nos centramos en la misión Starliner-1, que incorpora nuestros hallazgos y aprendizajes de pruebas de vuelo anteriores y de este otoño», dijo una portavoz de Boeing.
«La NASA y Boeing continúan probando rigurosamente el sistema de propulsión Starliner en preparación para dos posibles vuelos el próximo año», dijo Steve Stich, gerente del Programa de Tripulación Comercial de la NASA, en un comunicado.
«Esta modificación permite a la NASA y Boeing centrarse en certificar de forma segura el sistema en 2026, ejecutar la primera rotación de la tripulación de Starliner cuando esté listo y alinear nuestra planificación de vuelo en curso para futuras misiones Starliner en función de las necesidades operativas de la estación hasta 2030».
Boeing ha invertido más de 2 mil millones de dólares en el programa desde 2016. Una portavoz de Boeing dijo que la compañía sigue comprometida con el programa.
La NASA quiere tener dos opciones estadounidenses para no depender de Rusia si Dragon no está disponible. La próxima misión de abril de 2026, denominada Starliner-1, transportará carga a la ISS sin astronautas a bordo.
Las naves espaciales de Boeing han enfrentado numerosos reveses de ingeniería, lo que llevó a los funcionarios a criticar el control de calidad de Boeing.
La falla más reciente ocurrió durante el primer vuelo de prueba tripulado de Starliner el año pasado, cuando los propulsores del sistema de propulsión fallaron cuando se acercaba a la ISS, dejando a los astronautas de la NASA Butch Wilmore y Suni Williams varados en el espacio durante nueve meses. Finalmente fueron rescatados en una operación de SpaceX.
Boeing ha estado plagada de problemas de propulsión, como fugas de helio durante un vuelo de prueba en 2024 y lanzamientos retrasados. Un informe del inspector general de la NASA destacó las fallas de los controles de calidad de Boeing en sus instalaciones de Michoud para cumplir con los estándares internacionales.
Reuters contribuyó a este informe.






























