Alemania eliminará gradualmente el uso de componentes chinos de los gigantes de las telecomunicaciones Huawei y ZTE en sus redes 5G en los próximos años debido a preocupaciones de seguridad, anunció el jueves el Ministerio del Interior.
Según la ministra del Interior, Nancy Faeser, los componentes de los gigantes chinos no podrán utilizarse en las redes centrales 5G a partir de finales de 2026. Los «sistemas de gestión críticos» de Huawei y ZTE en el acceso 5G serán reemplazados a finales de 2029.
¿Qué dijo Alemania?
Las redes 5G son parte de la «infraestructura crítica» de Alemania y son clave para el funcionamiento de diversos sectores, desde la salud hasta el transporte y la energía.
«Protegemos el sistema nervioso central de Alemania como centro de actividad y la comunicación de los ciudadanos, las empresas y el Estado», afirmó Faeser. «Debemos reducir los riesgos de seguridad y, a diferencia del pasado, evitar las dependencias unilaterales», añadió el ministerio.
El Ministerio indicó que la decisión se tomó tras negociaciones con las empresas que operan las redes 5G de Alemania: Deutsche Telekom, Vodafone y Telefónica. Está previsto que se firmen acuerdos con las tres empresas.
¿Cómo ha reaccionado China?
El jueves, Beijing dijo que el gobierno de Alemania debería evaluar a los proveedores de tecnología 5G sin consideraciones políticas.
El portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Lin Jian, dijo que politizar las cuestiones económicas, comerciales y tecnológicas sólo perturbaría la cooperación.
Lin dijo que los funcionarios chinos esperaban que Alemania respetara los hechos, tomara las decisiones apropiadas y proporcionara un entorno de mercado transparente y no discriminatorio para las empresas de todos los países.
Afirmó que empresas chinas como Huawei llevan varios años operando en Europa y han contribuido a construir infraestructura, a la vez que han creado empleos y han pagado impuestos. Subrayó que no hay pruebas de que estén poniendo en peligro la seguridad nacional.
Tensas relaciones chino-alemanas
Berlín y Pekín mantienen estrechos vínculos económicos desde hace años. Sin embargo, desde la guerra en Ucrania y la posterior crisis energética tras la ruptura de vínculos con Rusia, Alemania ha tratado de reducir su dependencia económica de China.
El año pasado, el gobierno del canciller alemán Olaf Scholz elaboró una estrategia de relaciones que hacía referencia a una «rivalidad sistémica» con Pekín. La estrategia citaba la necesidad de reducir los riesgos de dependencia económica en medio del deseo de trabajar en desafíos como el cambio climático y los vínculos comerciales.
China criticó la estrategia.
(AFP, AP, dpa)