Una investigación sugiere que el uso de alimentos grasos para reconfortar la comida en momentos de estrés puede perjudicar la recuperación del cuerpo de la presión.
Muchas personas recurren a alimentos poco saludables como el chocolate o las patatas fritas cuando sienten tensión, pero los investigadores han descubierto que esto puede reducir el flujo sanguíneo al cerebro y provocar una función vascular más deficiente, lo que a su vez puede tener un efecto negativo en la salud mental y cognitiva. funcionar y aumentar el riesgo de enfermedades cardíacas.
Los investigadores sugieren que las personas resistan el atractivo de las golosinas convenientes mordisqueando frutas y verduras.
El profesor Jet Veldhuijzen van Zanten dijo: «Para este estudio analizamos a personas sanas de entre 18 y 30 años, y ver una diferencia tan significativa en cómo sus cuerpos se recuperan del estrés cuando comen alimentos grasos es asombroso».
“Para las personas que ya tienen un mayor riesgo de enfermedad cardiovascular, los impactos podrían ser aún más graves. Todos lidiamos con estrés todo el tiempo, pero especialmente aquellos de nosotros que tenemos trabajos muy estresantes y corremos riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares, estos hallazgos deben tomarse en serio. Esta investigación puede ayudarnos a tomar decisiones que reduzcan los riesgos en lugar de empeorarlos”.
El estudio involucró a un grupo de adultos jóvenes sanos a quienes se les dieron dos croissants de mantequilla para el desayuno. Luego se pidió a los participantes que hicieran cálculos mentales, aumentando la velocidad durante ocho minutos, y se les avisó cuando respondieron mal. También podrían verse a sí mismos en una pantalla.
Los investigadores descubrieron que el consumo de alimentos grasos cuando se estaba estresado mentalmente reducía la función vascular en un 1,74%. Estudios anteriores han demostrado que una reducción del 1% en la función vascular conduce a un aumento del 13% en el riesgo de enfermedad cardiovascular.
“El experimento fue diseñado para simular el estrés cotidiano que podríamos tener que afrontar en el trabajo o en casa. Cuando nos estresamos, suceden diferentes cosas en el cuerpo, nuestro ritmo cardíaco y presión arterial aumentan, nuestros vasos sanguíneos se dilatan y aumenta el flujo sanguíneo al cerebro. También sabemos que la elasticidad de nuestros vasos sanguíneos, que es una medida de la función vascular, disminuye después del estrés mental”, afirmó la primera autora del estudio, Rosalind Baynham, de la Universidad de Birmingham.
La investigación, publicada en la revista Frontiers in Nutrition and Nutrients, también demostró que consumir alimentos más saludables, particularmente aquellos ricos en polifenoles, como el cacao, las bayas, las uvas, las manzanas y otras frutas y verduras, puede prevenir el deterioro de la función vascular.