Decenas de miles de empleados de Volkswagen, representados por el sindicato IG Metall, han iniciado una huelga de advertencia contra los planes de la empresa de cerrar tres plantas y recortar las pensiones.
Volkswagen enfrenta la disputa salarial más dura de su historia
A las 9.30 horas del lunes, decenas de miles de trabajadores de nueve plantas de Volkswagen en toda Alemania iniciaron una huelga contra el plan de recorte presupuestario de 18.000 millones de euros de la compañía internacional.
Los recortes significarían cerrar tres fábricas de Volkswagen, poniendo en riesgo decenas de miles de puestos de trabajo. Actualmente, la empresa cuenta con 10 plantas en Alemania, todas ellas en el norte. Aún no está claro qué plantas cerrarían, pero cada planta emplea entre 2.300 y 70.000 personas.
El mes pasado, un comité de empresa de empleados de Volkswagen presentó un plan alternativo que, según afirmó, ahorraría a la empresa 1,5 mil millones de euros sin tener que cerrar plantas. Las medidas para ahorrar dinero incluyeron recortar las bonificaciones a nivel directivo y renunciar a los aumentos salariales que IG Metall exigía anteriormente. En cambio, el consejo ofreció mantener los salarios a cambio de una reducción de la jornada laboral.
La dirección de Volkswagen argumentó que el plan de los comités de empresa no conduciría a un «alivio financiero a largo plazo para la empresa». Con las sugerencias de los empleados ahora rechazadas y decenas de miles de puestos de trabajo en riesgo, el representante de IG Metall, Thorsten Groeger, dijo: «Si es necesario, esta será la disputa salarial más dura que Volkswagen haya visto jamás».
«Volkswagen ha prendido fuego a nuestros convenios colectivos», añadió Groeger. «Lo que sigue ahora es el conflicto que Volkswagen provocó: no lo queríamos, pero lo llevaremos a cabo de la manera más comprometida posible».
¿Por qué Volkswagen quiere cerrar plantas?
La producción se ha desacelerado en Volkswagen en los últimos años debido al aumento de los costos de fabricación. En octubre, la empresa registró una caída de beneficios trimestral del 64 por ciento.
Si antes la industria automovilística alemana recibía una gran demanda de China, ahora esta demanda la satisfacen los fabricantes chinos.
La UE comenzará a aplicar aranceles de hasta el 38 por ciento a los vehículos electrónicos importados de China, y algunos temen que las represalias de China signifiquen que la disminución de la demanda sólo pueda empeorar.
La desaceleración de la producción no sólo ha afectado a Volkswagen, ya que Mercedes-Benz, BMW y Porsche planean recortes.
Crédito de la imagen del pulgar: quisquilloso / Shutterstock.com
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